Curiosamente, muchos de los equipos en competencia pertenecen a colegios en los que no se imparte el ramo de Filosofía.
De las regiones de Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins y Metropolitana son los colegios que pasaron a la próxima etapa del Torneo de Debate Filosófico, que organiza por tercer año el Instituto de Filosofía de la Facultad de Humanidades de la UV. Este año, más de veinte establecimientos participaron en la preselección, desarrollada de manera escrita, resultando seleccionados dieciséis equipos. Tras la primera etapa de torneos presenciales, ocho equipos resultaron vencedores.
El profesor Juan Redmond, uno de los organizadores del certamen, destacó la alta participación, así como un elemento sorpresivo: muchos participantes pertenecen a colegios en los que no se imparte el ramo de Filosofía. “A diferencia de los años anteriores, que iniciábamos esto con ocho colegios, este año partimos con dieciséis, lo cual ha duplicado nuestro trabajo. Pero es sumamente regocijante, porque vemos cómo los alumnos de las escuelas secundarias vienen con ganas, con esfuerzo. Y notablemente, vienen de colegios donde no hay Filosofía: participan en este debate filosófico alumnos de colegios donde no hay Filosofía, lo cual es claramente un mensaje, no solamente para nosotros, sino para la sociedad, para que la gente que lea esta nota sepa claramente la importancia que tiene la filosofía para la formación de los jóvenes”, indicó.
Asimismo, el académico destacó la importancia de la realización del Torneo de Debate, “en primer lugar porque es un esfuerzo enorme del Instituto de Filosofía, y también de la Universidad, que nos ha apoyado en este emprendimiento, donde no sólo estamos los profesores sino también contamos con apoyo de becarios”, dijo.
Seleccionados
La convocatoria del concurso es nacional. “Naturalmente, por cuestiones económicas nosotros no podemos financiar a los colegios que vienen de muy lejos, pero han hecho un gran esfuerzo por venir de otros lados, de la Región Metropolitana principalmente”, explicó Redmond.
De los participantes en los octavos de final, los seleccionados fueron los siguientes: Colegio Liahona, de Belloto; Colegio Amalia Errázuriz, de Ovalle; Colegio Inmaculada Concepción de Nuestra Señora de Lourdes, de Valparaíso; Liceo Bicentenario Óscar Castro, de Rancagua; Liceo José Victorino Lastarria, de Providencia; Instituto Nacional José Miguel Carrera, de Santiago; Liceo Valentín Letelier, de Recoleta, y Liceo Carmela Carvajal, de Providencia.
Durante cuatro días, la competencia se desarrolló en el auditorio de la Facultad de Humanidades. En cada jornada hubo debates de dos equipos, los que fueron dirimidos por jurados invitados, siempre bajo la presidencia del profesor Andrés Bobenrieth. Los invitados fueron Eduardo Barrio, profesor de Lógica de la Universidad de Buenos Aires; Braulio Rojas, investigador de la UPLA, egresado de la UV y magíster de la misma casa de estudios; Shahid Rahman, catedrático de Lógica de la Universidad De Lille, Francia; Jaime Villegas, director del Instituto de Filosofía UV; Lucía Di Salvo, estudiante del Doctorado Interdisciplinario UV; Nicolás Clerbout, profesor del Instituto de Filosofía y del Doctorado Interdisciplinario UV; Abel González, profesor titular del Instituto de Filosofía UV; Jaime de la Hoz, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales, y Lorena Zuchel, profesora del Departamento de Estudios Humanísticos de la Universidad Santa María.
Entusiasmo
Los estudiantes, todos en grupos de cinco y alumnos de tercero y cuarto año medio, fueron acompañados por sus profesores de Filosofía. Con respeto, concentración y entusiasmo participaron en cada torneo con la esperanza de clasificar a la etapa siguiente.
Martín Jiménez, integrante del equipo del Liceo Valentín Letelier, señaló que la competencia “se nos hizo algo difícil en principio, porque la primera fase es escrita. Es algo muy nuevo en cuanto a lo que es debate: debate normalmente se basa mucho en un argumento lógico preescrito; aquí te llaman a abstraerte, razonar, pensar en nuevas ideas. Es bastante interesante estar aquí, y es un honor estar aquí sobre todo”.
Respecto de si siempre estuvo interesado en la filosofía, indicó: “Sí, personalmente es algo que siempre me ha atraído. Por ejemplo, nos tocó debatir sobre la conciencia, que es algo que siempre me ha interesado investigar”. Y sobre la motivación de su equipo para competir, afirmó: “Primero, no podemos negarlo, nos encanta debatir, entonces torneo que aparece vamos hacia él a intentar participar. Segundo, nos llamó la atención que rompe esquemas; es algo que no es tan normal, por ejemplo: hasta ahora seguimos un poco en shock porque hay un receso de treinta minutos en la mitad; entonces son cosas nuevas para experimentar”.
Por su parte, Diego Labra, integrante del equipo del Liceo Óscar Castro, señaló que la motivación principal para participar “fue la invitación del profesor, que estudió acá en la Universidad, y empezar en el Liceo una nueva tradición de debatir. Somos de Rancagua, e igual es largo el viaje hasta acá, y en Rancagua se hacen debates, pero queríamos entrar en un debate de universidad”.
Sobre el gusto de sus compañeros por la filosofía, contó: “Hemos aprendido a que nos guste más. Por mi parte, yo la verdad años anteriores no era muy asiduo a la filosofía, pero gracias a esto he sabido comprenderla, porque es distinto una filosofía sentado en clases escuchando al profesor, que una filosofía donde uno se interesa, entiende y lee, y comprende lo que está leyendo”.
Hasta diciembre
Los ocho ganadores se enfrentarán nuevamente en torneos de a dos definidos por sorteo, en octubre próximo. Los cuatro que clasifiquen deberán debatir en noviembre. Según explicó el profesor Juan Redmond, la fecha en que competirán los últimos dos seleccionados se definirá oportunamente en conjunto con los establecimientos, en consideración al calendario de los estudiantes de cuarto medio.
El Torneo de Debate Filosófico tiene la particularidad de que a los equipos se les da un tema para discutir, y cada cual escoge su posición, contrariamente a lo tradicional, en que los equipos deben defender la posición que se les indica. El objetivo es que demuestren capacidad de defender posiciones con argumentos filosóficos, por lo cual el ganador no es necesariamente quien presenta mejor las ideas, sino quien tiene más argumentos de fondo para defender una posición.
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