“Mujeres sin rejas”, iniciativa de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, respaldada por Gendarmería y la Seremi de Justicia.
“Mujeres sin rejas” es el nombre del ciclo de talleres que la Universidad de Valparaíso impartirá a 25 internas de los módulos B y C del Centro Penitenciario Femenino de Valparaíso. La iniciativa de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, a través del Núcleo de Estudios Penitenciarios, es respaldada por Gendarmería y la Seremi de Justicia y Derechos Humanos.
El ciclo se inició el viernes 5 de agosto y se prolongará hasta el 2 de diciembre. En esas 17 semanas, académicos y colaboradores de la UV, apoyados por estudiantes de cuarto y quinto año de Derecho, abordarán temas de derechos humanos y violencia de género, emprendimiento, salud, educación, familia, derechos laborales e intervenciones artísticas.
La ceremonia de apertura, que tuvo lugar en el Centro Penitenciario Femenino de Playa Ancha, fue encabezada por el coronel Tito Barriga, director regional de Gendarmería; Paz Antastasiadis, seremi de Justicia, y Alberto Balbontín, decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.
Realidad particular
El coronel Barriga señaló en la ocasión que la realidad de la mujer privada de libertad es muy diferente a la del hombre que vive esta situación; de hecho, afirmó, las internas sólo reciben visitas de mujeres, mientras que su reclusión afecta a sus núcleos familiares debido a la separación de sus hijos. Por ello valoró que la Universidad de Valparaíso dirija esta actividad a la población penal femenina, especialmente porque “los talleres obedecen a una encuesta, a una petición de ellas mismas, y van direccionados a lo que ellas eligieron, a lo que ellas quieren. Me parece súper importante que de esta encuesta haya participado más del 57 por ciento de la población penal de este Centro”.
Por su parte, el decano Alberto Balbontín destacó dos elementos. En primer lugar, dijo, “por lo que me han informado, esto es inédito, no se había hecho nunca un programa de trabajo destinado a la formación de mujeres privadas de libertad”. En segundo lugar, valoró “el propósito final que tiene esta iniciativa, que es el de preparar, recuperar si se quiere, la dignidad de las mujeres una vez que salen de esta situación de privación de libertad. Para quien vuelve al medio libre desde el cumplimiento de una pena, la reinserción no es fácil. Y se sale ya con un estigma, y se sale con un sentimiento, con una carga emocional muy fuerte de parte de quienes egresan, y particularmente de parte de las mujeres. Creo que la idea que tiene esta iniciativa es prepararlas para eso: para salir con la frente el alto y haciendo valer su condición, su dignidad humana”.
Para la reinserción
Por su parte, la seremi Paz Anastasiadis manifestó su satisfacción por esta alianza estratégica entre la Secretaría Regional Ministerial de Justicia y Derechos Humanos, Gendarmería y la Universidad de Valparaíso, por cuanto ayudará a las internas en su proceso de reinserción social: “¿De qué manera?: entregando conocimiento, entregando herramientas, capacitándoles en un período de segundo semestre completo, trayéndoles lo que no existió en otras ocasiones, que es un taller preparado, dedicado a mujeres privadas de libertad, que es un hecho inédito en este complejo pero también a nivel penitenciario nacional”.
Respecto de la posibilidad de replicar el programa en otros establecimientos penitenciarios, la seremi dijo que “esta es una experiencia que sin duda alguna nos va a traer un hito en este sentido: vamos a tener un ejemplo concreto, un plan, un programa a replicar en otras instancias. Y, por lo mismo, esta alianza vamos a tener que irla renovando para generar también insumos de esta naturaleza a otras personas privadas de libertad”.
No perder el foco
Marcela Aedo, coordinadora del Núcleo de Estudios Penitenciarios, impulsor del proyecto, destacó que el desarrollo de este programa “es una oportunidad histórica dentro de la Escuela, y dentro de la Universidad en general, porque por primera vez la Universidad entra formalmente, a través de una formación con características académicas, al interior de la cárcel”.
Sin embargo, la académica subrayó que hay un elemento más importante: las internas. “Para nosotras desde el primer momento ha sido importante la voz de ellas, porque más allá de que esto sea relevante para la Universidad, para las autoridades, sobre todo no queremos que se pierda el foco de interés: ellas son las protagonistas de este ejercicio. Y en ese ejercicio esperamos que aprendamos recíprocamente”, comentó.
Para no volver
Ana Espinoza, interna del módulo C, es una de las inscritas en los talleres. Explicó las razones que tuvo para participar: “Porque son oportunidades que no se dan mucho acá en Gendarmería, y para nosotros es un paso como para reinsertarnos a la sociedad y para estar un poco más entretenidas en algo. Y aprender algo, porque nunca es malo aprender algo que uno nunca tuvo idea de poder hacerlo. Encuentro geniales estas oportunidades, porque me gustan los talleres; he hecho hartos talleres y siempre uno va aprendiendo algo más, y tiene las herramientas como para poder irse para la calle, como se dice, al medio libre, y aprender algo más afuera, no volver a estar aquí, no dejar más a nuestras familias solas”.
Ana ha cumplido tres años de reclusión. “Estoy postulando ahora, si Dios quiere, en agosto ya estaría saliendo con una dominical, si Dios me acompaña, y aquí en la unidad. Pero tengo muy buena conducta”.
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