Autoridad académica afirmó que la medida pasa, entre otras cosas, por favorecer la capacitación, formar ambientes de trabajo estimulantes y mejorar el equipamiento de los hospitales y centros asistenciales.
La falta de médicos especialistas es en la actualidad el problema más severo de la atención de salud en nuestro país. Se calcula que el déficit supera las 60 mil horas médicas o, para hacerlo más comprensible, unos mil 800 profesionales. Las áreas con mayor déficit son anestesiología, medicina interna, medicina familiar, otorrinolaringología, oftalmología y geriatría.
En los últimos años, el Ministerio de Salud ha emprendido diversas iniciativas para acortar la brecha, que fue identificada por un estudio encargado hace algunos años al Banco Mundial. Se aumentó la cantidad de becas financiadas con fondos públicos, se establecieron compromisos para que los médicos favorecidos con ese financiamiento cumplieran efectivamente un cierto número de años trabajando en el sistema público, y se aumentó la remuneración que reciben los becados para hacerla más competitiva.
Pero todavía queda bastante camino por recorrer. Conseguir una hora para ser atendido por un especialista, en el sistema público de salud, puede demorar semanas o meses. Para qué decir si además se requiere de una cirugía.
Falta de oportunidades
Según explicó el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso, Antonio Orellana, el principal problema en materia de especialistas está relacionado con la falta de oportunidades de perfeccionamiento y acceso al equipamiento moderno que enfrentan los médicos del sistema público.
A juicio del facultativo, ellos requieren de una alta y permanente capacitación y, también, de la tecnología adecuada para atender a los pacientes. Al no contar con ello, se produce una sensación de estancamiento que afecta la motivación y el compromiso.
“Los jóvenes en general, no sólo los médicos, están buscando actualmente otros incentivos en su carrera profesional, no solamente el sueldo. Son proactivos, quieren seguir avanzando, especializándose, y muchas veces en los servicios de salud les resulta más complicado hacerlo”, advirtió el doctor Orellana.
Financiamiento público
En 2007, el Ministerio de Salud entregaba 155 becas para la formación de especialistas. En 2008 ese número aumentó a 500, y ha continuado aumentando en forma progresiva hasta alcanzar los 672 cupos en 2011. En el mismo período, el número de especialistas que autofinanciaban su formación disminuyó de 250 a 90.
“Desde hace dos años, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso estamos destinando todos nuestros cupos de formación a las becas del Ministerio de Salud. Eso significa que todos los especialistas que se forman en nuestra Escuela van a trabajar al sector público, lo que tiene directa relación con nuestra condición de universidad estatal y comprometida con el servicio público”, precisó el decano.
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