Alejandro Dinamarca, profesor de la Facultad de Farmacia, podrá trasformar su prototipo de laboratorio en un producto comercializable, dando paso a la transferencia tecnológica.
Una gran satisfacción hay en la Universidad de Valparaíso por los resultados del Concurso de Empaquetamiento y Transferencia de I+D de Corfo, en los que la institución aparece como beneficiaria con el proyecto “Un aditivo alimentario funcional de origen bacteriano AAFOB para la profilaxis y tratamiento de Piscirickettsia salmonis”.
La propuesta liderada por el doctor Alejandro Dinamarca es la continuación natural de la ejecución del proyecto de innovación y desarrollo Fondef I+D “Utilización de aditivos alimentarios funcionales de origen bacteriano (AAFOB) como alternativa al uso de antibióticos en acuicultura”. Durante la ejecución de este proyecto se desarrolló el prototipo de la tecnología denominada AAFOB, la cual está destinada a prevenir y tratar patologías infecciosas con un producto biosurfactante obtenido desde bacterias marinas. La tecnología, a diferencia de los antibióticos, no genera resistencia y no representa riesgo para el medio ambiente ni genera peligro a los animales o el ser humano.
La tecnología AAFOB ha sido ensayada satisfactoriamente en su integración tecnológica a procesos productivos tales como la fabricación de alimento para peces. Esto se debe a las propiedades físicas que tiene este tipo de compuestos biosurfactantes. A su vez, la tecnología ha sido usada para ensayos de campo corroborando los estudios realizados in vitro. “Por estas razones es que nos propusimos utilizar la herramienta de los proyectos de innovación Corfo Línea 4 para llevar adecuadamente el producto al mercado en un plazo no superior a los dos años”, señala el investigador.
El programa de Corfo conocido como Línea 4 establece en sus bases que “apoya el desarrollo de un prototipo/piloto tecnológico comercializable obtenido a partir de los resultados de I+D, de tal forma que pueda ser transferido y comercializado en el mercado”. En este contexto, la Universidad de Valparaíso transferirá su innovación al sector productivo representado por la empresa de alimentos EWOS, mediante la creación de una empresa biotecnológica encargada de la producción.
Para la fase de industrialización, actualmente la Universidad de Valparaíso cuenta con un convenio de colaboración con la empresa europea Antibiotics SA, líder en fermentaciones de alta capacidad y distribución global, lo cual permitirá ejecutar el desarrollo con la experiencia reconocida de esta empresa.
Según Alejandro Dinamarca, “el éxito obtenido se basa en ciencia enfocada en la conservación y preservación de los ecosistemas microbianos (ambientales o de la microflora humana), buscando alternativas al uso de agentes químicos naturales o sintéticos que los destruyen. Con este objetivo, hemos podido formar capital humano avanzado capaz de realizar sus propios emprendimientos, generar información tangible que se ha transformado en patrimonio de la Universidad de Valparaíso, por tanto de todos los chilenos, y contribuir al desarrollo sustentable del país".
El equipo de trabajo está formado por el doctor Juan Ojeda, director alterno; doctor Pablo Jara, investigador; Gustavo Espinoza, profesional asociado, y la Oficina de Transferencia Tecnológica liderada por Jaime Urra. Asimismo, cuenta con la colaboración internacional del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC), Madrid, España.
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