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UV promueve inclusión de estudiantes con necesidades especiales

10 Enero 2012

La casa de estudios, que integra la Red de Educación Superior Inclusiva, RESI, inicia un programa que parte con el establecimiento de un diagnóstico de la situación de los alumnos que tienen alguna discapacidad.

Una reunión con los estudiantes con necesidades especiales, realizó la dirección de Asuntos Estudiantiles, DAE, en conjunto con el Bienestar Estudiantil. El objetivo de este primer encuentro fue generar un acercamiento personal con los alumnos, para compartir sus experiencias, intereses y preocupaciones, a la vez que promover la camaradería, inclusión y acogida.

La UV tiene a la fecha entre quince y veinte alumnos que presentan alguna necesidad especial. En muchos casos, ellos deben enfrentar problemas tales como el acceso o la movilidad dentro de las sedes. El objetivo de la DAE y el Bienestar es detectar estas situaciones, en fin de buscar las soluciones.

Según explicó la asistente social Natalia Castillo, “citamos a nuestros estudiantes con necesidades especiales porque estamos iniciando un programa referido al mismo tema. Como Universidad, nos estamos integrando a la Red de Educación Superior Inclusiva, en la cual estamos desarrollando una serie de actividades, dentro de las cuales está esta primera instancia de encuentro con los alumnos, para conocer sus experiencias, sus vivencias, lo que significa para ellos vivir con una necesidad especial. Y por eso estamos haciendo lo que podríamos denominar una especie de diagnóstico preliminar de su situación”.

Añadió Natalia Castillo que “estamos realizando este diagnóstico para evaluar las distintas formas de acceso de nuestros alumnos, así como también los beneficios a los cuales pudiesen eventualmente acceder. Es un desafío para nosotros como departamento empezar a indagar un poquitito más respecto a este tema, pero nos damos cuenta de que nuestros alumnos están muy motivados, están muy interesados en participar con nosotros, en planificar actividades con nosotros, y por eso lo quisimos hacer en forma conjunta, cara a cara, en forma directa, para realmente poder abarcar los objetivos y las necesidades reales de ellos”.

La reunión con los jóvenes fue un primer paso, destacó la asistente social: “La Universidad ya desde hace un tiempo está desarrollando distintas líneas de estudio respecto a infraestructura, a través de Planta Física, pero ya con este encuentro con ellos directamente le estamos dando como el puntapié a los trabajos, y queremos empezar así, con esta buena onda, en un ambiente informal de cierta manera, pero tratando de empezar a buscar esas líneas de trabajo, viendo nuestras falencias tal vez, los proyectos que están por desarrollarse. Con el entusiasmo que tienen los chiquillos más lo que nosotros queremos hacer como equipos de asistentes sociales, yo creo que lo vamos a lograr de todas maneras”.

Individualismo

Natalia Tello, alumna no vidente, es estudiante de Trabajo Social. Según su experiencia, en la UV nunca ha habido discriminación hacia ella: “Discriminación no, pero sí hay mucho individualismo, falta de compañerismo, pero no conmigo sino que en general. Yo creo que pasa en toda la Universidad; de acuerdo al mundo en que estamos viviendo, uno vive como preocupado de uno no más. Es complicado para mí, yo soy muy sociable y es difícil que no sea capaz de decir ‘hola’, pero cuando me he atrasado con ramos, me tengo que volver a acomodar al curso nuevo y empezar a hacerme amistades, y es complicado”.

Para Natalia, su ceguera no es un problema grave. “Ahora que estoy conociendo a otros compañeros que están en las mismas condiciones que yo pero con otras discapacidades, siento que la mía es mucho más adaptable. O sea, en cuanto a las circunstancias de la estructura, en cuanto a los edificios, yo no tengo problemas: usted me ve, yo ando con tacos y no tengo problema en subir escaleras y en nada de eso; entonces siento que mi discapacidad, en cuanto al acceso, es más fácil”.

Sin embargo, hay algunas situaciones que podrían mejorar: “En mi carrera, en cuanto a los textos, a la tecnología, me la he tenido que rebuscar sola: yo tengo tecnología, tengo mi notebook con mi programa. En cuanto a la parte académica, no tengo nada que decir en contra de mis profesores; les pido ‘exíjanme como les exigen a mis compañeros’, si hay un trabajo escrito yo me las arreglo y lo traigo por escrito. Pero es como eso: falta de tecnología, falta un poco más de aceptar, pero aceptar con un poco más de apoyo. En mi carrera, el jefe de carrera, la asistente social siempre están buscando soluciones, pero la Universidad en sí, que aporte”.