Decano de Derecho UV emplazó a mejorar el sistema de acreditación universitaria
Alberto Balbontín analizó la calidad de la enseñanza superior durante la ceremonia de inauguración del año académico de la Escuela de Derecho.
La instauración de un examen nacional de calificación mínima, de carácter obligatorio y universal, propuso el decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Valparaíso, profesor Alberto Balbontín Retamales. A su juicio, la cuestionable calidad de los egresados de algunas Escuelas de Derecho del país se debe a la ausencia de un sistema de acreditación confiable. “No es suficiente con lo que existe actualmente. Ni siquiera si se corrigen sus deficiencias y se mejora su credibilidad”, sentenció el académico.
El decano Alberto Balbontín se refirió a este tema al intervenir en la ceremonia de inauguración del año académico de la Escuela de Derecho de la UV, en el Aula Magna “Victorio Pescio Vargas” del plantel, ocasión en la que se distinguió con la Medalla Centenario a nueve exalumnos destacados en el ámbito del servicio público, con ocasión de conmemorarse en mayo próximo los cien años de esta unidad académica.
El acto estuvo encabezado por el rector de la UV, Aldo Valle, y asistieron además el director de la Escuela de Derecho, Ricardo Saavedra, y otras autoridades académicas, además de los siguientes exalumnos distinguidos: el intendente regional, Raúl Celis; la subsecretaria de Justicia, Patricia Pérez; los ministros de la Corte Suprema de Justicia, Rubén Ballesteros y Haroldo Brito; los ministros de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Inés María Letelier, Jaime Arancibia y Hugo Fuenzalida, y los senadores Pedro Muñoz y Francisco Chahuán.
Examen nacional para abogados
Durante su intervención en la ceremonia, el decano Alberto Balbontín manifestó que “no basta con que el Estado entregue patente de universidad a cualquier emprendedor para que éste la utilice como patente de corso”, y agregó que el funcionamiento impune de algunas cuestionables universidades del país —situación que ha denunciado reiteradamente la Corte Suprema— “tiene su origen en esa falta de control ex ante, que imponga sobre las instituciones un deber de garantía ante quienes han confiado en ellas para ir a cursar las distintas carreras que ofrecen”.
La autoridad académica insistió en que “el problema de nuestra profesión, creo yo, no está en el número de abogados que obtienen su título. Ya será la calidad y comportamiento de cada cual lo que defina su éxito en la vida profesional. El problema está, a lo menos en parte, en la ausencia de un sistema de acreditación confiable tanto para la sociedad como para las propias instituciones que se someten a dicho sistema”. Agregó que un primer paso para asegurar un mínimo de calidad de los egresados de las universidades, debe ser contar con un sistema de acreditación que dé garantías de seriedad y ecuanimidad a sus protagonistas.
Por esto mismo, el profesor Balbontín propuso la instauración de un examen nacional de calificación mínima, de carácter obligatorio y universal, “que por cierto requiere de modificación al Código Orgánico de Tribunales y que a egresados de universidades como la nuestra, no importaría ningún esfuerzo mayor al que deben desplegar para sortear con éxito el examen de grado. Dicha propuesta la he dado a conocer también a algunos ministros de la Excelentísima Corte Suprema”.
Explicó que “un examen como el que propongo, no es ni de lejos de la naturaleza y nivel de exigencia del examen de grado que hemos debido superar todos los que ya logramos el título. Se trata, como he dicho, de un examen de suficiencia, que acredite los conocimientos básicos para una práctica profesional mínimamente confiable para quienes requieren los servicios de un abogado”.
Comentó finalmente que ya se encuentra instalado y legitimado en el país un examen del mismo tipo para ejercer la medicina, “y no se han escuchado críticas en tal sentido”, puntualizó.