Investigador UV enfrentó desafíos extremos en expedición científica a la Antártica
El doctor Deniz Bozkurt, del Departamento de Meteorología de la Universidad de Valparaíso, se enfrentó a tormentas extremas en el continente blanco durante una expedición para investigar el aumento de la temperatura en la región.
El doctor Deniz Bozkurt, investigador del Departamento de Meteorología de la Universidad de Valparaíso, regresó recientemente de una expedición científica a la Antártica, donde experimentó de primera mano las condiciones extremas y desafiantes del continente helado. El objetivo principal de la expedición era investigar el aumento significativo de la temperatura observado en la Península Antártica durante el último siglo, fenómeno atmosférico para comprender el cambio climático global.
Esta investigación, titulada “Insights into the drivers for a remarkable atmospheric temperature increase of the northern Antarctic Peninsula in a centennial scale”, es un esfuerzo colaborativo desarrollado en el marco del proyecto ANID-Fondecyt 124670, dirigido por el doctor Francisco Fernandoy (UNAB) y en el que el doctor Bozkurt participa como coinvestigador. La labor del investigador UV se ha centrado en la recopilación de datos climáticos, utilizando mediciones in situ y testigos de hielo obtenidos de las campañas y en la implementación de técnicas avanzadas de modelado climático para evaluar los cambios en los patrones atmosféricos asociados con el mayor transporte de calor y humedad a la Península Antártica.
“Como modelador climático, siempre me ha intrigado la idea de sumergirme en condiciones tan extremas y desafiantes”, declaró el investigador. “Después de mi primera campaña en la Cordillera Darwin en 2023, tuve la increíble oportunidad de unirme a un equipo de glaciólogos, liderado por Francisco Fernandoy, de la Universidad Andrés Bello, en la Península Antártica”.
El trabajo de campo, que se llevó a cabo del 4 al 11 de enero, se centró en el Plateau Laclavère, ubicado a unos mil metros sobre el nivel del mar, cerca de la Base O’Higgins, con el apoyo logístico del Instituto Antártico Chileno (INACh). El equipo, que incluyó a los investigadores Shelley MacDonell, Daniel Rutllant y Luis Muñoz Gaete, tenía como objetivo recopilar datos y muestras que permitieran comprender mejor los factores que impulsan el calentamiento en la región.
Sin embargo, la expedición se vio marcada por condiciones meteorológicas adversas.
“Durante este breve período, experimentamos unas tres tormentas importantes, una de las cuales provocó el colapso parcial de nuestra carpa principal (utilizada como cocina), al tercer día. Las condiciones más extremas ocurrieron entre la noche del 10 de enero y las primeras horas del día siguiente, cuando fuertes tormentas de viento y nieve colapsaron la carpa que compartía con nuestro guía de montaña Daniel Rutllant. Si bien contábamos con dos carpas adicionales y no enfrentamos una emergencia crítica, el 12 de enero fuimos transportados de regreso a la Base O’Higgins en un helicóptero operado por la Fuerza Aérea de Chile (FACh)”, recordó el doctor Bozkurt.
Lamentablemente, continuó el investigador, el helicóptero solo podía transportar personal, por lo que el equipo del proyecto y pertenencias personales permanecen en el campamento: “Ahora probablemente deben estar enterrados varios metros bajo la nieve”, advirtió el científico.
Asimismo, el investigador explicó que un análisis meteorológico preliminar reveló un patrón de bloqueo atmosférico sobre el Mar de Amundsen y una marcada dorsal de bloqueo sobre el Mar de Scotia.
“Este sistema canalizó los sistemas hacia una región de baja presión casi estacionaria al noroeste de la Península, creando un patrón climático dinámico con vientos del oeste/noroeste persistentes sobre el norte de la Península Antártica”, señaló.
En esa línea, el Deniz Bozkurt explicó que “según los datos del modelo GFS, el 10 de enero predominaban condiciones frías y estables, con temperaturas superficiales de aproximadamente -8.5°C y vientos débiles, lo que indicaba acumulación de aire frío y una mezcla vertical limitada. Para el 11 de enero, otro sistema de baja presión se intensificó en el lado barlovento de la Península central, trayendo vientos más fuertes del noroeste a 850 hPa (~95 km/h) y una advección de aire cálido que desestabilizó la atmósfera”.
Bajo ese contexto, complementó que “las temperaturas en superficie subieron a -0.2°C, permitiendo que los vientos fuertes descendieran hacia la superficie, probablemente desencadenando la tormenta observada. Sin embargo, es posible que la acumulación de aire frío previa al evento también contribuyó a los vientos catabáticos al día siguiente”.
El académico enfatizó la necesidad de comprender mejor la interacción entre los sistemas meteorológicos a gran escala y los fenómenos locales para mejorar la precisión de los modelos climáticos y la predicción del tiempo en la Antártica. “Sin observaciones meteorológicas detalladas y modelos de alta resolución, creo que resulta difícil comprender plenamente las interacciones entre las escalas sinópticas y locales”, afirmó.
A pesar de las dificultades, el doctor Bozkurt expresó su admiración por la resistencia y dedicación de los científicos que trabajan en condiciones tan extremas: "Esta experiencia me dio muchas cosas, pero sobre todo me dio una gran admiración por quienes trabajan en condiciones tan intensas y un respeto infinito por su resistencia y dedicación. Estoy profundamente agradecido con el equipo del proyecto por su compromiso y profesionalismo", destacó.
En el siguiente link el doctor Bozkurt compartió un breve video de tres minutos sobre el viaje disponible en este enlace.
Nota: Pamela Simonetti / Fotos: gentileza doctor Deniz Bozkurt