Generación 2024 de Programas de Postgrado en Neurociencias UV está conformada exclusivamente por mujeres
Por primera vez, los programas de Magíster y Doctorado en Neurociencias alcanzan el cien por ciento de representación femenina, un hito sin precedentes en la equidad de género en esta área de estudio.
Aunque la tendencia hacia una mayor presencia femenina se había notado en años anteriores, es la primera vez que se alcanza el cien por ciento de representación femenina en los programas de Magíster y Doctorado en Neurociencias que dicta la Facultad de Ciencias de la UV, marcando un importante avance en la equidad de género en esta área de estudio.
En particular, este año, durante el proceso de postulación al Programa de Magíster en Ciencias Biológicas con especialización en Neurociencias, se observó una convocatoria exclusiva de mujeres procedentes de una variedad de áreas de formación de pregrado, tales como Tecnología Médica y Teatro.
El doctor Ramón Sotomayor, director del programa de Magíster en Neurociencias UV, resaltó la singularidad de la situación: "Es la primera vez. En los últimos años, hemos visto un aumento constante de mujeres inscritas en nuestro programa, superando a los hombres. El año pasado, por ejemplo, tuvimos siete mujeres y cinco hombres. Pero nunca antes habíamos tenido un grupo formado únicamente por mujeres. Esto muestra cómo nuestro programa y nuestra universidad se están adaptando a esta nueva realidad. Tenemos normativas claras que promueven la igualdad de género, y nuestros profesores están bien preparados para trabajar con estudiantes de ambos sexos. Y lo interesante es que este año también vemos esta tendencia en el programa de doctorado, donde solo se han inscrito mujeres. Así que en el Magíster y el Doctorado en Neurociencias, está claro que las mujeres están liderando el camino".
El doctor Sotomayor, quien también es director del Centro de Neurobiología y Fisiopatología Integrativa (CENFI-UV), agregó que “este hito marca un avance significativo en la calidad de la investigación, donde hombres y mujeres comparten méritos de manera equitativa. Es indudable que muchas de las mujeres en este grupo provienen de campos académicos de gran exigencia, donde han demostrado que son personas valiosas, estudiosas y comprometidas. Por su destacado historial académico y habilidades probadas, no me cabe duda de que tendrán un gran desempeño en nuestro Magíster. Creo que esta generación puede imprimir un sello distintivo en el programa”.
El doctor Sotomayor complementó diciendo que este año hay otro aspecto interesante que destacar: “Además de la presencia exclusiva de mujeres seleccionadas en el grupo, lo cual marca un hito significativo, resulta especialmente valioso observar la sólida representación de la carrera de Tecnología Médica. Esta disciplina cuenta con un reconocimiento nacional, respaldado por el prestigio de nuestra universidad y sus subespecialidades, entre las cuales la Morfología destaca notablemente al contar con el mayor número de estudiantes seleccionadas este año. Asimismo, otro hecho relevante es que, por primera vez, hemos establecido una articulación directa con el pregrado, permitiendo la participación de una estudiante proveniente de la misma carrera y mención, quien ha obtenido su licenciatura. Esta integración entre la educación de pregrado y postgrado marca un importante paso hacia una formación académica más integral”.
Por su parte, la estudiante Sissi Fuentealba, actriz y magíster en Ciencias Aplicadas al Movimiento y la Cognición, compartió su motivación para seguir este postgrado.
“Mi interés por este Magíster surgió por el estudio de las emociones y la corporalidad durante mi magíster anterior. Deseaba ampliar mi perspectiva hacia una ciencia aplicada, centrada en la innovación, y me sentía atraída por un enfoque académico más profundo, especialmente en el ámbito de las neurociencias”, afirmó.
Asimismo, la estudiante expresó que encontró en este programa la combinación perfecta, destacando “la calidad del mismo y el trabajo realizado por el Centro Interdisciplinario de Neurociencia (CINV), al cual conocí a través de sus publicaciones. La difusión de la neurociencia y de las líneas de investigación del programa fueron determinantes en mi elección".
En relación al grupo de estudiantes que se conformó este año, expresó que es un reflejo de los cambios sociales en curso: “Me parece increíble que seamos solo mujeres. Siento que va de acuerdo con los cambios de nuestra sociedad, creo que las mujeres por fin estamos teniendo parte en áreas que no eran muy exploradas, pero donde tenemos mucho para entregar”.
En esa línea y como directora del Laboratorio de Genética y Conducta, la doctora Angelina Palacios, quien también forma parte del comité académico, expresó su satisfacción con respecto a la calidad de las candidatas seleccionadas: “Estamos muy contentos como comité académico. Son muy buenas candidatas y eso nos da esperanza de que cada día las mujeres se están incorporando y acercándose también a las áreas STEM, que tienen tanto potencial. Esto muestra que también hay interés de parte de las mujeres en seguir perfeccionándose en este tipo de programas, en este caso, de Neurociencia”.
Sobre el aspecto de la equidad de género, la doctora Palacios reconoció que si bien este año hay una predominancia de mujeres en el programa, esto enriquece las discusiones y perspectivas: “Siempre lo enriquece, pero es bueno también asegurarse de mantener un equilibrio. La diversidad de género promueve debates más interesantes y reflexivos. Además, nuestros estudiantes, aunque estén en su primer año, tienen interacciones regulares con los de segundo año, lo que facilita el intercambio de opiniones y experiencias en jornadas de reflexión y seminarios”.
Finalmente, el doctor Ramón Latorre, Premio Nacional de Ciencias y exdirector del CINV, manifestó: “Me parece fantástico. Esto significa que realmente todos los esfuerzos dedicados a la igualdad de género están dando frutos. Además, será una experiencia muy enriquecedora trabajar con un grupo conformado únicamente por mujeres. Siempre es importante mantener un equilibrio, ya que tanto hombres como mujeres aportan perspectivas valiosas. Sin embargo, creo que la diversidad que aporta esta generación femenina enriquecerá el programa significativamente y servirá como un ejemplo de los avances que se están logrando en la universidad, donde las mujeres están ocupando cada vez más espacios en los programas de postgrado y comenzando a ocupar roles que tradicionalmente eran ocupados por hombres”.
Nota: Pamela Simonetti