El CMBi implementa herramienta para la detección temprana de SARS-CoV-2 y otros patógenos en aguas residuales
El equipo de investigación del Centro de Microbioinnovación (CMBi) de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Valparaíso, liderado por la doctora Claudia Ibacache, presentó una metodología complementaria para la vigilancia del covid 19. Se trata de una herramienta que permite identificar de manera temprana brotes epidemiológicos del virus SARS-CoV-2 a través del estudio de las aguas residuales.
Además de permitir adelantarse en unos siete días a la aparición de casos sintomáticos y asintomáticos en la comunidad, el estudio binacional desarrollado por investigadores de la Universidad de Valparaíso y de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú) abre camino a futuros desafíos sanitarios relacionados con otros patógenos de importancia en la salud pública.
Los resultados de la investigación fueron presentados por la doctora Ibacache, también académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la UV, y por el director del proyecto en el Perú, doctor Eloy González , académico de la Universidad Nacional de San Marcos, durante la ceremonia de cierre del proyecto titulado “Evaluación espacio temporal de la concentración de Sars-CoV-2 en muestras en aguas residuales urbanas y su relación con la población de infectados en la Región de Valparaíso, en Chile, y en la zona Centro del Perú", y financiado por la Subdirección de Redes, Estrategia y Conocimiento de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) en Chile y la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología del Perú (Concytec).
Asistieron a la ceremonia el director de Investigación UV, doctor Oliver Schmachtenberg; el director de Innovación y Transferencia Tecnológica UV, doctor Alejandro Dinamarca; el director de la Escuela de Nutrición y Dietética, doctor Fernando Rojas; el seremi de Ciencia de la Macrozona Centro, doctor Jorge Soto; y el académico del Instituto de Estadística UV Milán Stehlik. Les acompañaron investigadores, investigadoras, académicos, académicas, representantes de la empresa sanitaria Esval y estudiantes de pre y postgrado.
Los resultados de esta investigación fueron considerados como un gran avance para la prevención y control del covid 19, como también para otras enfermedades transmisibles.
La doctora Ibacache relevó que “la principal conclusión, más allá de los resultados en detalle, tiene que ver con que en Chile somos capaces de implementar este tipo de tecnología, de implementar herramientas que son complementarias al seguimiento epidemiológico clínico y que nos van a permitir llevarlo a cabo de manera más acuciosa, en este caso de SARS-CoV-2, que nos permitía ver casos sintomáticos como asintomáticos, pero también aplicarlo a otros patógenos, a otros problemas sanitarios que no sean solamente de índole infeccioso, sino, como les mencionaba, podemos detectar incluso drogas de abuso. Por lo tanto, contar con esta tecnología a nivel nacional y no solamente en una región es uno de los resultados importantes de este proyecto, además de la colaboración público-privada con la empresa sanitaria”.
Oliver Shmagtenberg señaló que “es un proyecto sumamente interesante. Tenemos mucha colaboración con países como Perú. Este proyecto conecta la investigación e innovación con la formación de estudiantes, además, y en un tema tan relevante como es la epidemia de SARS-CoV-2. La verdad es que encuentro que es una iniciativa ejemplar, realmente. Ojala se puedan hacer más proyectos de ese tipo en colaboración con Perú, con Bolivia, con Ecuador y con países de la región”.
El doctor Dinamarca sostuvo que “este es un proyecto que muestra un ejemplo importante en términos de vinculación de la Universidad con su entorno en un contexto de pandemia, en el que a través de la innovación se busca abordar un problema que es complejo, que específicamente tiene que ver con el seguimiento epidemiológico, no a nivel de caso a caso, sino a nivel de la comunidad”.
El director de la Ditec-UV, agregó que “en ese escenario podemos ver que la innovación vinculada a lo social, en respuesta a las necesidades de la sociedad y articulada a través del Estado y también de entidades privadas, como en este caso una sanitaria, nos permite efectivamente, a través de poner a disposición de la sociedad todas las capacidades técnicas y humanas que posee la Universidad de Valparaíso, resolver un problema. En este caso es muy importante también hacer ver que la validación de la metodología es crucial, en el sentido de poder avanzar en lo que son las políticas públicas. Imaginemos que el día de mañana se establezca como política pública, con un reglamento, con una normativa, con una metodología asociada, que el seguimiento de patógenos que pueden afectar a humanos o a animales incluso puede ser realizado a través del monitoreo de aguas servidas. Por lo tanto, la Universidad está aportando en la generación de conocimiento, pero también está contribuyendo en la generación de productos y servicios que tengan impacto positivo en lo social”.
Eloy González, destacó que “fue una gran oportunidad, que se gestionó a través de dos instituciones que son las encargadas de financiar este proyecto de investigación, el Concytec del Perú y su equivalente aquí en Chile. Además, ha sido fenomenal conocer y trabajar con Alejandro (Dinamarca) y Claudia (Ibacache), porque compartimos muchas ideas en común, que han favorecido que este proyecto sea realmente exitoso”.
El doctor González afirmó que “esta tecnología ya venía implementándose en países como España, Reino Unido y Países Bajos. Gracias a la colaboración que hemos podido tener entre estas instituciones, para poder implementarlas acá en Sudamérica y luego trabajarla con el equipo chileno, ha sido realmente valioso, porque no solo se ha podido monitorizar el SARS-CoV-2 e implementarla para dar la voz de alerta temprana, como se ha visto en los resultados, sino también la hemos utilizado en otros brotes, como el de rotavirus y norovirus, por ejemplo. Ahora último, estamos tratando de implementarla para otros parásitos, lo que demuestra que esta tecnología no solo va a quedar como una herramienta que se ha utilizado para el SARS-CoV-2, sino también va a poder aplicarse en otras enfermedades infecciosas”.
La investigación también desarrolló modelos estadísticos que permiten utilizar esta estrategia como una herramienta de alerta temprana. En esa línea, el doctor Milán Stehlik expresó que " en este proyecto, nos hemos enfrentado a una gran complejidad de datos, lo que ha requerido el uso de importantes técnicas estadísticas para abordar la heterogeneidad latente en la muestra. Estas técnicas necesitan de un análisis estadístico riguroso, lo que resalta la importancia de contar con programas educativos sólidos en estadística y temas afines. Los estudiantes pueden adquirir conocimientos en estas áreas a través de la oferta de materias estadísticas en el Ideuv. En resumen, para abordar complejos desafíos estadísticos como el que enfrentamos en esta investigación es crucial contar con una sólida formación y herramientas para el análisis de datos. Prácticamente hemos desarrollado un nuevo modelo debido a la singularidad de los datos que manejamos".