“Para prevenir el bullying, hay que educar a niños y profesores en el manejo de conflictos”
El mejor consejo, afirma el doctor Marcelo Muñoz, es escuchar a los hijos, a los profesores y a los demás padres.
El acoso escolar, o bullying, es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Cada vez más recurrente en Chile, es un problema que afecta a muchos niños, los que pueden ser víctimas o victimarios, en ambos casos con nefastas consecuencias. El doctor Marcelo Muñoz, neuropediatra, académico de la UV, se refirió al tema en el marco de la Escuela de Invierno que desarrolla la Escuela de Medicina.
“El bullying —explica Muñoz— es una condición que se da por un tema cultural de diferencias de poder entre los niños. En general, hay uno que tiene más poder, que es el agresor, versus la víctima, que tiene menos poder”. Para parar el bullying, es necesario “romper ese círculo vicioso, porque eso se va transformando después en un círculo vicioso, y la mejor forma de intervenir es de manera disciplinaria y en todos los estamentos del colegio. O sea, no es sólo que el profesor le diga al agresor ‘niño, no golpees más a tu compañero’. No es sólo eso. Es sumamente importante que participen los padres, que participen todos los compañeros de curso, todas las instancias del colegio, los profesores, los administrativos, incluso la gente que hace el aseo, porque si yo estoy barriendo el patio y veo que dos niños están golpeando a uno, también tengo que tener la posibilidad de intervenir y ser validado como parte de la comunidad escolar”.
Añade el médico que no se puede solucionar el problema asignando, por ejemplo, las responsabilidades sólo a los padres, “o peor aún, decirle al niño ‘ya, niño, defiéndete’, porque eso genera más violencia”.
Destaca que para prevenir el tema, es necesario “educar a nuestros hijos, educar a los profesores en el manejo de conflictos, en que las cosas se resuelven de otras maneras, no a golpes. Nuestros hijos no van al colegio para que se aprendan a defender a combos. Vamos al colegio para otra cosa: a pasarlo bien, es una etapa súper importante de nuestras vidas, y eso es lo bonito que hay que transmitirle a los niños”.
Respecto de las posibilidades de recuperación de los niños afectados por el bullying, el doctor Muñoz señala que “se sabe que tanto la víctima como el victimario pueden tener algunas secuelas o algunas morbilidades asociadas: trastornos ansiosos, trastornos depresivos. Por lo tanto, importa mucho el tipo de daño que se ha provocado al niño. En general, en la prensa nacional aparecen casos severísimos, que son muy difíciles de reparar, aunque no es imposible. En casos más leves, en caso de una violencia un poco más habitual, por decirlo así, hay que trabajar de manera individual el caso. Ver cuán afectado quedó el niño, y qué se está generando en el agresor para que se esté comportando de esa manera. Al intervenir eso, al trabajarlo, en general hay un buen pronóstico”.
El consejo: escuchar
Consultado respecto de qué consejos se pueden dar a los padres, para evitar que sus hijos sean víctimas o agresores escolares, Marcelo Muñoz es enfático: “Lo más importante es escuchar. Escuchar a los hijos, escuchar a los otros padres y escuchar a los profesores. Cuando un profesor me dice que mi hijo está provocando problemas, escuchar y ver qué está pasando; cuando mi hijo me dice que no quiere ir al colegio, escuchar por qué no quiere; cuando mi hijo me dice que está con pesadillas, que le duele la guatita antes de ir al colegio, tengo que escuchar. Escuchar al profesor cuando me dice que mi hijo está provocando problemas, o escuchar a mi hijo cuado me dice que Juanito le pega a Pedrito, y hacer algo. Porque esto generalmente pasa por no escuchar, por hacer oídos sordos a un montón de situaciones, hasta que sucede algo grave. Es como en Chile: finalmente ponen un semáforo en la esquina cundo muere alguien atropellado, pero había un montón de accidentes antes. Acá es lo mismo. Hay que estar abierto a escuchar”.