Escuela de Diseño UV publica libro sobre proyecto de capacitación a tejedoras diaguitas
Centro de Diseño y Artesanía de la unidad académica trabajó en conjunto con la Conadi en la Tercera Región, con tejedoras tradicionales que se posicionan como microempresarias.
“Tejedoras diaguitas, Juntas de Valeriano, Alto del Carmen, Región de Atacama, Chile”, es el nombre de la publicación que acaba de editar la Escuela de Diseño de la Universidad de Valparaíso. El texto corresponde al proyecto Conadi “Capacitación a microempresarias indígenas de la Tercera Región de Atacama”, destinado a rescatar y poner en valor el trabajo de las tejedoras de esa localidad, traspasado de generación en generación, y ayudarlas a poner sus productos en el mercado.
El proyecto, que cuenta con la participación de la mencionada Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, Conadi, y la Universidad de Valparaíso, fue ejecutado por el Centro de Diseño y Artesanía de la referida unidad académica. La publicación considera el trabajo de Alejandro Osorio, en diseño, y Patricia Günther, Karin Quiroga y Juan Carlos Rodríguez, a cargo de la capacitación en terreno y los textos. El material de apoyo es trabajo de Mariena Rumié y Karin Quiroga. La fotografía pertenece al Centro de Diseño y Artesanía.
El libro presenta el trabajo desarrollado en terreno con las tejedoras de Juntas de Valeriano, en la comuna de Alto del Carmen, en las cercanías de Vallenar, Atacama. Allí el tejido tiene una fuerte raigambre entre las mujeres, que lo han aprendido de sus madres y abuelas. Registra los testimonios de Blanca Villegas, Doris Campillay, Ana María Campillay, Manuela Campillay, Teresa Villegas, Raquel Cayo, Pacula Alcayaga, Manuela Villegas y Silvia Alcayaga, quienes relatan su experiencia en el tejido, así como parte de sus historias de vida, sus expectativas y sueños.
El trabajo con las tejedoras consideró enseñarles a trabajar con variaciones del telar utilizado tradicionalmente, y con lanas diferentes a las hiladas por ellas mismas, pero manteniendo el estilo tradicional denominado “dos ovillos”.
El libro incluye un capítulo especial dedicado a los niños de Valeriano, debido a la importancia que tienen dentro de esa comunidad y a que serán ellos quienes se harán cargo de mantener vigentes las tradiciones, incluyendo los tejidos.