Buscan reconocer niveles de especialización en ámbitos como gráfica, comunicación visual, vestuario, productos e industria.
La Escuela de Diseño realizó la entrega de las certificaciones Minor y Major a un total de veinte estudiantes que pertenecen a la primera generación del proceso de Innovación Curricular. Estas certificaciones buscan reconocer niveles de especialización orientados a los ámbitos de desempeño propios de la disciplina: como gráfica, comunicación visual, vestuario, productos e industria.
La ceremonia de entrega se realizó en la Facultad de Arquitectura, ocasión en que el jefe de carrera de Diseño, Manuel Astudillo, señaló que “se trata de una certificación interna opcional de los procesos de Minor y Major al grado de Licenciado en Diseño y al título de Diseñador profesional”.
“Es un proceso que se desarrolló mediante laboratorios elegibles, a través de un número de créditos reglamentados, mediante los cuales se reconoce esa certificación en el hacer. En el octavo semestre, junto con el grado de licenciado se obtiene la certificación de Mainor, y al continuar al proceso de título, práctica profesional y portafolio, surge la etapa proyectual, donde se accede al Major”, agregó.
El académico señaló que el objetivo de la iniciativa es “reconocer, celebrar y agradecer la confianza de los estudiantes, quienes vivieron un proceso largo, atravesado por el estallido social y la pandemia que incidieron en el normal desarrollo de los laboratorios”.
“Esta certificación comienza a gestarse como parte del proceso de Innovación Curricular iniciado el año 2010. Son los primeros estudiantes certificados, correspondientes a la primera cohorte de la malla innovada. Es un proceso inédito en la Escuela y en la Facultad de Arquitectura. Se trata de un reconocimiento aceptado en términos internacionales, en áreas de desempeño específico, que además quisimos hacer coincidir con la celebración de los 55 años de la Escuela”, añadió.
Experiencia gratificante
Ingember Alarcón egresó de Diseño y obtuvo un Major en gráfica. Sobre la experiencia, comentó que “fue un proceso interesante por las herramientas que pudimos aprender. Por motivos de la pandemia y el estallido, no lo pudimos hacer todo en la Facultad, pero finalmente lo sacamos adelante junto a los profesores, lo cual generó buenos resultados”.
Similar opinión entregó Fernanda Bravo, con un Major en diseño textil y vestuario: “Fue un período de trabajo en el laboratorio, donde tuvimos la oportunidad de perfeccionarnos y experimentar, lo cual permitió nutrir la creatividad, con un resultado altamente positivo. Lo catalogo como un tiempo emocionante e histórico”.
En tanto, María Paz Marín realizó el Major en desarrollo de productos. Al respecto comentó que “fue gratificante, la Universidad me dio experiencia y herramientas para trabajar en el área de diseño industrial y desarrollo de productos. Le tengo mucho cariño a esta Escuela, la malla nueva es una gran oportunidad, porque además de egresar como como diseñadores integrales, tenemos un plus con esta certificación, que establece un dominio común, pero a la vez muy específico”.
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