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“Es importante tener nuestra humanidad al desnudo siempre presente”

25 Agosto 2017

Es el llamado de atención de Alicia Larraín en su exposición “La medida del cuerpo”, que se exhibe en la sala El Farol.

“En esta exposición puse como la medida del hombre partir del dibujo de figura humana a mano alzada, y la compartimentación en esta época postmoderna de deconstrucción la llevé a una croquera, en que uno almacena todos sus avatares, lo que le sucede, todo su quehacer, todos sus altos y bajos”. Son las palabras con las que la artista visual Alicia Larraín se refiere a la muestra “La medida del cuerpo”, inaugurada este jueves en la sala El Farol de la Universidad de Valparaíso y abierta al público hasta el sábado 23 de septiembre.

Sucede, explica la expositora, que “el interés mío ha sido siempre el ser humano. La exposición ‘Rastros’, que la hice aquí, era también sobre el ser humano, y esa vez yo lo compartimenté en código de barras; hice después ‘Crónicas de mil’, en que lo convertí en un pixel y lo zambullí en un ámbar, en un polímero. Porque el ser humano va tomando distinta forma”.

A partir de cinco pinturas, Alicia Larraín construyó, en pesadas láminas de aluminio, sendos artefactos. “Tomé al hombre como un artefacto compartimentado. Porque cuántas cosas puedes tú hacer en un día a lo largo de tu vida, y cada cosa va con sus recuerdos, con su historial, con su registro. Y se acomoda al espacio así como el ser humano. Uno necesita esa resiliencia de acomodarse a la vida que le tocó, al espacio que le tocó, a la edad que tiene, al quehacer en que esté. Esa capacidad de adaptación y de acomodarse al espacio hace que tu misma forma externa e interna cambien: tú aprendes, tú te desdoblas, tú te multiplicas”.

Las croqueras, cuyas páginas van engarzadas con espirales, se elevan en tres dimensiones. “Hay uno volando en el cielo, lo hice como una mantarraya aérea; al amarillo lo puse como la Victoria de Samotracia, la escultura que está en el Louvre, o como Arturo Prat cuando iba a abordar el Huáscar, o como tantos personajes históricos, lanzado a la batalla: lo aferré a la pared y al mismo tiempo lo hice volar hacia adelante, con esa determinación de ganar. Otro lo hice reptar y después ascender por una columna… Porque el ser humano se tiene que acomodar constantemente, y el que se acomoda logra salir adelante”.

Este tipo de capacidad de adaptación, dice la artista, nos diferencia de los animales: “Al ser humano le dio frío y se fabricó abrigos, mientras el animal se demora generaciones en evolucionar. El ser humano se adapta con rapidez, basta ver la tecnología de hoy día. Es impresionante cómo ahora no necesitamos casi ni ir a una biblioteca: tenemos todo a mano. Pero eso mismo, esta interfaz que ocupamos hizo que el hombre se aislara, que esté más preocupado de la interfaz, y ahora la comunicación no es tan directa, y el hombre, aunque es gregario, está solo”.

El telón de fondo: lo natural

La presencia de dibujos en la muestra responde al interés de Alicia Larraín de mostrar al ser humano “desde el natural, retratarlo tal cual es. Y luego esta medida del cuerpo la geometricé, la llevé a la croquera. Quiero que este registro muestre de dónde parto, que es el ser humano, al que nunca abandono, pero al que voy compartimentando y adaptando y mostrándolo según sea lo que en ese momento me preocupa”.

Es, entonces, un llamado de atención: “Seguimos siendo eso: lo natural. Tiene que estar siempre de telón de fondo, y lo puse en blanco y negro para que se asimilara a la pared, porque debiera ser parte de nuestro horizonte siempre: quiénes somos. Eso somos. Que estemos convertidos en esto —código de barras, croqueras, pixeles— es otra cosa. Nosotros somos eso (muestra los dibujos) y no lo tenemos que perder de vista. Ahí estamos en nuestra desnudez, tal como somos, sin ninguna máscara, sin nada. Lo otro cambia según la época que nos tocó vivir, según el clima, según… No quise dejar pasar que uno no puede olvidarse de que la piel somos nosotros, y todo lo demás son circunstancias. Es importante tener nuestra humanidad al desnudo siempre presente”.


[b]Inauguración[/b] La inauguración de “La medida del cuerpo” fue encabezada por el director de Extensión y Comunicaciones de la UV, David Carrillo, y el director de la sala El Farol, Rafael Torres. Este último presentó a Alicia Larraín, quien en sus palabras destacó su alegría por estar exponiendo por segunda vez en la galería universitaria. La muestra se exhibe hasta el sábado 23 de septiembre. Puede ser visitada de lunes a viernes, de 10:00 a 14:00 y de 15:00 a 18:00 horas, y sábados, de 10:00 a 14:00 horas. La entrada es liberada.