Una decena de estudiantes participaron en la II Escuela de Verano de Neurociencia que organiza el Núcleo Milenio NuMind.
Diez jóvenes de distintos establecimientos educacionales del país permanecieron por una semana en los avanzados laboratorios de la Universidad de Valparaíso (UV) para desarrollar interesantes proyectos de investigación en neurociencia.
Los alumnos, de entre 16 y 18 años, participaron, con todos los gastos pagados, en la II Escuela de Verano de Neurociencia, que organiza el Núcleo Milenio NuMind de la UV.
El doctor Andrés Chávez, director del Núcleo e investigador de la Facultad de Ciencias UV, sostuvo que la idea es que “los muchachos interaccionen directamente en los laboratorios. No hay clases, sino que ellos partieron directamente trabajando en los laboratorios, haciendo experimentación, planteándose preguntas e hipótesis”.
La II Escuela de Verano en Neurociencia NuMind es un programa financiado por la Iniciativa Científica Milenio, en colaboración con el Centro Interdisciplinario de Neurociencias de la Universidad de Valparaíso y el Centro de Neurobiología y Plasticidad Cerebral de la Facultad de Ciencias de la UV y otras instituciones.
“Intentamos que ellos —los jóvenes— puedan empaparse de lo que es la ciencia en este país, cómo se hace la ciencia en Chile. La ciencia en este país no es como se hace afuera, es un poco más complicado por un tema de recursos”, advierte el director.
El objetivo es generar una plataforma de investigación científica en los estudiantes de colegios municipalizados, subvencionados y particulares.
Los estudiantes valoraron la jornada científica. Es el caso de Agustín Zúñiga, de la Scuola Italiana “Giuseppe Verdi” de Copiapó, quien trabajó con Conexinas y destacó que “la neurociencia me atrae. Es una de las ramas de la ciencia en que uno tiene más interés y también es genial descubrir cosas nuevas. Ha sido genial, me han ayudado en todo, se toman su tiempo y me ayudan en todo. Incluso en deshoras”.
Su compañera Rocío Henríquez, del Instituto del Puerto de San Antonio, quien investigó en el Laboratorio de Electrofisiología, calificó la jornada como “fascinante. Porque uno no tiene oportunidades como ésta todos los días y uno logra darse cuenta realmente cómo es hacer ciencia, que no es algo fácil, sino que tienes que ser perseverante, te ayuda a tener más tolerancia a la frustración. A mí me ayuda porque me di cuenta de que sí quiero la ciencia en vida”.
El grupo de jóvenes recibió diez becas completas, que les permitieron financiar el alojamiento, la alimentación, el transporte y además recibir entrenamiento en técnicas experimentales de vanguardia en los laboratorios, donde desarrollaron conocimientos en el área de las neurociencias tales como comunicación neuronal, modulación sináptica, biología molecular, bioquímica, entre otras.
[b]Los participantes[/b] Javiera Ignacia Cossio Poblete (Colegio República de Colombia, Viña del Mar). Fernanda Patricia de la Roza Valenzuela (Colegio H. F. Camilo Henríquez, Quilpué). Nickollette Franchesca Gatica Silva (Colegio María Auxiliadora, Valparaíso). María Rocío Henríquez Belmar (Colegio Instituto del Puerto de San Antonio, San Antonio). Matías Mena Torrejón (Colegio Valle del Aconcagua, Quillota). Paulina Alejandra Muñoz Arriagada (Colegio María Auxiliadora, Viña del Mar). Pamela Andrea Pérez Basáez (Pan American College, Viña Del Mar). Octavio Andrés Robles Carrillo (Colegio San Ignacio, Viña Del Mar). Rocío Villaseñor Fernández (Colegio Valle del Aconcagua, Quillota). Agustín Ignacio Zúñiga Ortiz (Scuola Italiana de Copiapó).
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