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Futuros ingenieros civiles ponen en práctica trabajo en equipo y liderazgo

09 Enero 2017

Remodelaron escuela Siglo XXI de Quilpué, considerada vulnerable y con excelencia académica.

Setenta estudiantes de primer año de la carrera de Ingeniería Civil realizaron una serie de trabajos de remodelación en el Colegio Siglo XXI de Quilpué, los que incluyeron pintura de murales y señalética, reparación de juegos infantiles, refacción de infraestructura y definición de zonas de seguridad, en el marco de la asignatura Desarrollo Personal.

El establecimiento, a pesar de ser considerado vulnerable, tiene excelencia académica, lo cual a juicio de la académica del ramo, Constanza Manríquez, fue un factor fundamental para su elección como foco del desarrollo de la actividad. “Acciones de este tipo nos permiten implementar un proyecto que los estudiantes organizan durante el semestre, poniendo en práctica las habilidades que ellos desarrollan en el ramo como son competencias de trabajo en equipo y liderazgo”, asegura.

En cuanto a la importancia de este tipo de aprendizajes, la académica agregó que “son experiencias de formación en pregrado básicas para el desarrollo de un profesional integral, pero particularmente en ingeniería, con un enfoque orientado a la gestión, diseño e implementación de alternativas de solución, donde tienen que ser creativos e innovadores en un mundo dinámico. Por eso estamos sentando las bases para que Ingeniería Civil asuma esta acción como una tradición del primer año”.

La mirada de los estudiantes

María Fernández fue la encargada de coordinar el trabajo en terreno que se realizó en la escuela Siglo XXI. De la experiencia, la alumna de primer año explica que “fue interesante, porque si pensamos que vamos a ser ingenieros civiles, necesariamente tenemos que relacionarnos con la sociedad. Trabajamos en un colegio municipal y creo que todos nuestros compañeros se sintieron muy motivados, porque obviamente toda ayuda es bienvenida”.

En tanto, Diego Navarrete, quien junto a su grupo debieron arreglar los baños, pintar la fachada y cambiar puertas, indicó que “la universidad nos entrega varios conocimientos, pero esto es como llevarlos a la práctica, trabajar en equipo y desarrollar habilidades que nunca íbamos a desarrollar en una clase. La experiencia es muy grata, siempre tratamos de mantener el foco en que estamos trabajando para ayudar a una escuela que tiene un buen proyecto educacional, al cual queremos aportar con un grano de arena mejorando su infraestructura”.

Carla Retamal, quien estuvo encargada de pintar juegos y señalética en el piso, añadió que “ha sido gratificante dejarle algo a niños que quizás no tienen recursos, e incluso que su propio colegio se ve impedido de poder realizar estos arreglos por temas de presupuesto. Pero además se formó un ambiente muy lindo entre todos los paralelos de ayuda y eso es fundamental, porque es una nueva manera de entender la ingeniería”.

Mientras que Denis Fraser, quien trabajó junto a sus compañeros en la remodelación del portón del colegio, comentó que “fue una experiencia súper buena, que nos sirvió para realizar un trabajo en equipo de verdad, porque a la larga como ingenieros tenemos que realizar este tipo de funciones con muchas más personas, por lo que entonces se convierte en una práctica perfecta para introducirnos en el mundo de la ingeniería”, señaló.