Cada una hora muere una persona en Chile por obesidad o sobrepeso
El país presenta escalofriantes cifras por mala nutrición.
En la última Encuesta Nacional de Salud se concluyó que el 67 por ciento de la población del país presenta exceso de peso; es decir, casi nueve millones de personas. El sedentarismo también alcanza porcentajes preocupantes, llegando al 80 por ciento. Con este escenario, las enfermedades crónicas no transmisibles se expanden en forma acelerada, presentando una prevalencia de la Diabetes Mellitus tipo 2 de un millón 200 mil personas. Pero si estos datos ponen la carne de gallina, lo peor viene ahora: cada 60 minutos fallece una persona por obesidad o sobrepeso en el país.
“¿Hasta cuándo tenemos que esperar? ¿Qué se dupliquen o tripliquen estas cifras?”, cuestiona el doctor Tito Pizarro, máster en Nutrición y director ejecutivo de Conin, quien junto a la profesora Mariane Lutz, directora del Centro de Investigación y Desarrollo de Alimentos Funcionales de la Universidad de Valparaíso (Cidaf), fueron parte del grupo de conferencistas del seminario de capacitación para nutricionistas de la Corporación Municipal de Valparaíso (Cormuval), que organizó la carrera de Nutrición y Dietética de la UV.
Paralelamente la OCDE también ha emitido informes lapidarios, que ubican a Chile en el sexto lugar como el país con más obesidad infantil, considerando indicadores de obesidad y sobrepeso, en niños y niñas, entre cinco y 17 años.
Datos duros
“Por un lado los rankings son horribles. El hecho de que el diez por ciento de nuestros niños menores de seis años presenten obesidad es un dato bastante duro, pero para mí el dato más duro es que por cada hora que pasa se muere una persona en Chile por obesidad o sobrepeso”, subraya el doctor Pizarro.
La profesora Lutz, por su parte, indica que los datos obtenidos por el proyecto Fondef que desarrolla el Cidaf en los escolares de las escuelas municipalizadas de la comuna de Quillota corroboran estas cifras alarmantes: “Ya en la enseñanza básica hay cerca de 40 por ciento de niñas y niños con sobrepeso y obesidad, los que claramente están en alto riesgo para el resto de sus vidas. La grasa corporal no es un depósito inerte, sino un tejido activo que produce elementos dañinos como por ejemplo agentes de inflamación, entre otros”.
Destaca la académica de la UV que “estas niñas y niños necesitan un cambio en su alimentación ahora, erradicando prácticas como el consumo de bebidas gaseosas con azúcar, productos fritos, vienesas y otros embutidos, mayonesas, galletas dulces y otros productos de mala calidad”. Además, agrega: “Es muy triste ver que a la salida de las escuelas se venden sopaipillas y otros alimentos hipercalóricos fritos en aceites rancios y más encima cargados de mayonesa. Todos sabemos que eso no es saludable, no es un tema de ignorancia: es un tema de generar un entorno que permita decidir hacer lo más adecuado, involucrando a la familia, la escuela, el barrio, la comuna, la región”.
De acuerdo al índice Avisa, los factores de riesgo más importantes que disminuyen los años de vida saludable en Chile son en primer lugar el alcohol, seguido por la obesidad y sobrepeso. Asimismo, la mortalidad atribuible a factores de riesgo, en orden de incidencia, son: presión arterial, sal, alcohol, tabaco y nuevamente obesidad y sobrepeso.
Para el experto en Nutrición es el momento de actuar, “porque las personas no asocian la muerte a la obesidad. En Chile antes de erradicar la desnutrición, la gente moría por neumonía, diarrea o bronconeumonía. Hoy sucede lo mismo, las personas fallecen por infartos, pero la verdad, lo que causó su muerte fue la obesidad. Creo que ha llegado el momento como país de asumir que la obesidad es el gran problema que tenemos en la salud pública de Chile”.
Estrategias estructurales
En otra arista del problema, el doctor Pizarro afirma que el combate a la obesidad no se debe dejar en manos sólo de los afectados con esta patología: la implementación de estrategias estructurales es fundamental.
“Hoy le echamos la culpa a los obesos de esta situación y les exigimos que coman menos, pero no es tan fácil la cosa. Porque cuando hay un ambiente que no te entusiasma para hacer actividad física ni tampoco para comer saludable, y que toda la oferta de alimentos está cargadísima de sal y azúcar, no es tan fácil tener un peso normal. Es importante decir que así como en el pasado derrotamos la desnutrición en el país, es posible hoy día derrotar la obesidad. Y que para que sea posible hay que tener un grupo de profesionales comprometidos con el tema. Por eso hago una invitación concreta a sumarse al observatorio de la obesidad, Observacción (www.observaccion.cl), y que de verdad generemos una reflexión profunda y propongamos en forma constructiva mejores políticas públicas para este país”.