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Astrónomos de la UV celebran instalación en Chile del E-ELT

27 Abril 2010

El European Extremely Large Telescope será levantado en el cerro Armazones, en el desierto de Atacama, y los astrónomos chilenos tendrán derecho a un diez por ciento del tiempo de observación.

Extremadamente satisfechos por la adjudicación por parte de Chile del E-ELT, European Extremely Large Telescope, el telescopio más grande del mundo, se manifestaron los académicos de la carrera de Licenciatura en Física mención Astronomía de la Universidad de Valparaíso. Los científicos consideran que este hecho implicará un estímulo al desarrollo de la ciencia y la tecnología, y generará puestos de trabajo para muchos profesionales.

Chile se impuso a España, Marruecos, Sudáfrica y Argentina, naciones que también eran opciones para la instalación del E-ELT, debido a la calidad de sus cielos. La decisión del consejo del Observatorio Astronómico Europeo Austral, ESO, tomada tras una acuciosa investigación meteorológica comparativa, implica una inversión cercana a los mil 300 millones de dólares. El lugar de emplazamiento será el cerro Armazones, una montaña de tres mil 60 metros de altura, ubicada a 130 kilómetros al sur de Antofagasta y a unos 20 kilómetros de Cerro Paranal, en el desierto de Atacama. El inicio de operaciones del E-ELT está previsto para el año 2018. En Paranal se ubica el Very Large Telescope, VLT, también de ESO.

Con la instalación de este telescopio, Chile alcanzará más de 60 por ciento de la capacidad de observación en el mundo. Según ha informado ESO, el E-ELT estará orientado principalmente a la investigación en dos áreas: el estudio del origen del universo y la posibilidad de encontrar vida en otras galaxias.

Número uno garantizado

Para el profesor Radostin Kurtev, la importancia de que el E-ELT se instale en Chile “es increíble: prácticamente es un futuro garantizado de Chile como número uno en el mundo para los próximos 50 años. Es muy importante para Chile, porque viene todo con ese telescopio: viene ciencia, viene tecnología, viene gente, viene todo. Más plata por supuesto y más puestos de trabajo para la gente chilena, para todo el mundo. Significa muchísimo”.

Respecto de si la presencia del telescopio redundará en una mayor cantidad de astrónomos, Kurtev señala: “Creo que sí. En nuestro idioma se dice ‘hay mucho pan’, acá se dice ‘hay porotos’: hay muchos porotos para décadas para astrónomos, técnicos, ingenieros, físicos, ópticos. Se están esperando también unos descubrimientos muy interesantes. Se puede ver desde acá las Nubes de Magallanes, el centro de la galaxia. Chile es top”.

Por su parte, el profesor Nikolaus Vogt destaca: “Esto es muy, muy importante realmente, porque va a ser el telescopio más grande del mundo, con un diámetro de 42 metros. Es realmente extraordinario, duplica prácticamente la superficie de todos los telescopios que tenemos ya, no sé si en el mundo, o en Chile, pero es realmente un paso muy importante para la astronomía chilena, especialmente porque se logró el diez por ciento para astrónomos chilenos”.

Añade Vogt que “será un gran paso en las posibilidades, en el acceso a las observaciones internacionales. Eso está bueno hoy día, pero este paso será sustancial, grande, hacia tener todavía más posibilidades para los astrónomos que trabajan en este país. Espero que también se creará más posiciones para profesores investigadores, porque hay que aprovechar esta oportunidad, para ampliar el número de astrónomos en Chile”.