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En la UV analizan la reinserción social y laboral del paciente psiquiátrico

27 Noviembre 2008

El tema fue abordado desde el punto de vista psicológico, médico y sociológico.

Los problemas de salud mental, tales como la esquizofrenia y ciertos grados de depresión, traen consigo una serie de reacciones por parte de la sociedad, que tiende a estigmatizar a los pacientes, al punto de no aceptar que se reintegren a ella, y menos aún a un oficio laboral.

Estos procesos sociales deben ser analizados en profundidad, de modo que la reinserción fluya de buena forma en beneficio de los afectados, sus familias y sus entornos. De allí que el enfoque de la salud mental debe ser transdisciplinario, incluyendo la visión de la medicina, la psicología y la sociología, unidas para dimensionar este problema como un proceso biosicosocial.

Esto fue lo que unió a las carreras de Psicología y Sociología de la Universidad de Valparaíso, que organizaron las Jornadas “Salud mental y sociedad”, en conjunto con la Secretaría Regional Ministerial de Salud de Valparaíso. La actividad tuvo lugar este jueves en dependencias de la Escuela de Psicología de la UV.

La salud mental forma parte de la política integral que han desarrollado los gobiernos de la Concertación en los últimos años, con programas y agrupaciones que trabajan con el paciente psiquiátrico. “Atención integral significa atender a las condiciones de vida y tratar de incluirlas positivamente, porque ciertamente se han conformado en un factor de riesgo de desarrollo, pero también de riesgo para la salud mental”, señaló Alfredo Pemjean, representante del Ministerio de Salud.

Cuando el paciente muestra niveles de recuperación, indicó Pemjean, la sociedad no deja de estigmatizarlo. De allí la responsabilidad del sector salud, en el sentido de asumir esta tarea como propia y discutir estos temas con la familia y la sociedad, de modo de dejar atrás los prejuicios.

El cuidado del paciente psiquiátrico en la actualidad no sólo es una responsabilidad del médico, pues desde los inicios de los años noventa se han sumado otras agrupaciones, tales como la Corporación Bresky, las que participan como colaboradores directos del paciente.

La administración y entrega de recursos del estado a estos centros, ha permitido el desarrollo y crecimiento de estos pacientes, los que han podido integrarse a la sociedad a través de programas de formación y talleres laborales que son aceptados por algunas fuentes de trabajo.

Sin embargo, para Jorge Chuaqui, académico de la Escuela de Sociología de la UV, la sociedad debe frenar el estigma, dejando atrás prejuicios tales como considerar al paciente como un ser violento. “Cuando las personas están compensadas médicamente no es así, no son violentos. Por eso es importante vencer los prejuicios sociales y es necesario difundir cómo se desarrolla una persona que mentalmente está compensada y se puede integrar socialmente”, destacó.

Para el buen éxito en la reinserción de estos pacientes en el mundo laboral, es importante que el trabajo se adapte a las limitaciones de cada persona, de manera que ganen ambos segmentos, el trabajo y el paciente.