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Editorial UV presentó antología del poeta Carlos de Rokha

08 Julio 2022

Publicación reúne por primera vez una muestra sustancial de la obra publicada e inédita del autor.

En la sala Rubén Darío del Centro de Extensión UV, y con una gran asistencia de público, la editorial de la Universidad de Valparaíso presentó el libro “Antología”, de Carlos de Rokha, publicación que conmemora el 60º aniversario de la muerte del poeta.

Ernesto Pfeiffer, director del sello UV, sostuvo un diálogo en torno a la vida y obra del autor con Patricia Tagle, directora ejecutiva de la Fundación de Rokha, y el investigador Cristián Jofré, responsable de la selección junto a Ernesto Pfeiffer, el prólogo y notas de la publicación. Además, el lanzamiento contó con la participación del pianista Aníbal Correa, quien interpretó una pieza inspirada en el poema “Acuario”, que preparó especialmente para la ocasión, y realizó una improvisación musical a partir de la lectura del poema “Bienes y visiones”, elegido por Patricia Tagle.

En las palabras de bienvenida, Osvaldo Bizama, director de Extensión y Comunicaciones, entregó un saludo en representación del rector Osvaldo Corrales: “Quiero expresar el inmenso valor que la Universidad de Valparaíso le asigna a la materialización de esta obra, que viene a reafirmar el compromiso que la institución mantiene con la difusión de la cultura en sus diversas expresiones, en este caso poniendo a disposición la obra número 33 de la colección Poesía de nuestro sello editorial”, manifestó. A su vez, agregó que la publicación se trata de un trabajo excepcional, “de una propuesta poética realmente paradigmática, de intensidad única, fundamental en la historia de la poesía chilena y que hoy es recuperada y puesta a disposición a través de este libro, que por cierto vuelve a Valparaíso, al lugar de nacimiento de Carlos de Rokha”.

Por su parte, Ernesto Pfeiffer agradeció al equipo de la editorial y a todas las personas involucradas en el proceso de edición del libro. “Quiero agradecer a Patricia Tagle, que ha sido extraordinariamente generosa y paciente con nosotros. También a Cristián Jofré, quien ha estado al servicio del rescate de la obra de Carlos de Rokha desde hace muchos años. Lo conocí en 2008 y ya en ese momento estaba revisando el archivo, catalogando, haciendo un trabajo minucioso que quiero destacar: este libro le debe muchísimo al trabajo investigativo acucioso que ha hecho Cristián Jofré”.

Financiada por el Fondo del Libro (convocatoria 2019), la publicación, de 264 páginas, reúne por primera vez una muestra sustancial de la obra poética publicada e inédita del autor. Contiene ilustraciones de José de Rokha y textos de Enrique Lihn, Pablo de Rokha, Mahfúd Massís y Teófilo Cid, a modo de epílogos.

Resguardo y rescate de la obra

Patricia Tagle indicó que “su obra, sus cuadernos, sus dibujos y manchas, los he guardado y protegido por años. Gracias a esa actitud de protectora y sobrina heredera de su obra, hoy esta antología se encuentra publicada por la Universidad de Valparaíso. La publicación de esta gran selección de sus poemas y los escritos elegidos de sus admiradores y amigos, además de ‘Carta perdida a Carlos de Rokha’, de mi abuelo Pablo, me llena de emoción, porque si bien entendía que la figura de él como padre era muy fuerte, se duele, se acusa, pero lo ama y lo admira, cree que ni Carlos ni él deberían ser hijos de nadie, padres de nadie”.

Asimismo, expresó que “le di todo mi apoyo a Cristián (Jofré), porque vi que su admiración era real y su deseo de internarse en esa obra daría bellos frutos. Ernesto Pfeiffer también se inspiró y trabajaron juntos durante los terribles años de la pandemia, que hasta hoy viene persiguiéndonos”.

Respecto a la poesía de Carlos de Rokha, Cristián Jofré señaló: “Enrique Lihn detalla en el prólogo que hizo a “Memorial y llaves”, que en Carlos de Rokha hay una sobreabundancia de imágenes, de pronto su poesía se colma de imágenes y de una actitud visionaria. También está el aspecto profético, sobre todo en su primera poesía. En su primera etapa está muy ligado al surrealismo, él estuvo muy vinculado a los mandragóricos. Después, durante el desarrollo de su obra, él irá buscando otro tipo de lenguaje y quizás terminará más vinculado a lo que es la poesía lárica, de Jorge Teillier. Su canto se irá humanizando, se volverá más cercano a las cosas, ese mundo interior en el que vivía, digamos, un tanto marginado, luego baja un poco hacia la tierra e intenta un paso hacia la comunicación”.

El autor

Carlos de Rokha (Valparaíso, 1920 – Santiago, 1962), hijo de dos ilustres poetas —Winétt y Pablo de Rokha—, cultivó desde joven un estilo propio e inconfundible. Su poesía, poblada de imágenes alucinadas y fulgurantes, transita del delirio profético hacia un lenguaje de hondas reminiscencias nostálgicas y terrestres. Se relacionó con los poetas del ‘38 y del ‘50 y participó tangencialmente del grupo Mandrágora. Publicó sus poemas y ensayos en la revista Multitud, fundada por sus padres. Además de escribir se dedicó a la pintura y sus estudios formales fueron diversos e irregulares: pasó por el Instituto Secundario de Bellas Artes, luego por la Escuela de Artes Aplicadas —periodo en el que realizó una exposición de sus obras visuales— y más tarde por el Instituto de Filosofía en Córdoba, Argentina. Viajero infatigable, además de residir en distintos periodos de su vida en Argentina, vivió un tiempo en Uruguay y recorrió Chile de punta a cabo. En estos periplos trabajó como redactor en algunos medios periodísticos, como Noticias Gráficas de Magallanes, en Punta Arenas, y El Ariqueño.

Dejó dos libros publicados en vida: “Cántico profético al primer mundo” (1944) y “El orden visible” (1956). Este último fue su proyecto de obras completas del que sólo alcanzó a publicar el primer volumen, con poemas de la década de 1934 a 1944. A estos dos títulos se suman otros dos, publicados póstumamente: “Memorial y llaves” (1964) y “Pavana del gallo y el arlequín”. Aún inéditos, ambos poemarios recibieron el Premio de los Juegos Municipales Gabriela Mistral.

Falleció en 1962, a los 42 años. Su temprana partida dejó mucho material inédito, y si bien su trayectoria vital fue breve, la particularísima poética que cultivó en sus textos causó honda impresión en sus lectores y compañeros de ruta, a la vez que fijó su destino de poeta iluminado y oculto.