“Marx es una figura extraordinariamente presente, pero está invisibilizado”, afirma el académico del Instituto de Historia y Ciencias Sociales.
“Como la cigarra. Carlos Marx, 1818-1883. Esbozo biográfico, intelectual, político y personal” es el libro que acaba de publicar el doctor Luis Corvalán, académico del Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Facultad de Humanidades y Educación de la UV. En la obra, el profesor presenta aspectos poco conocidos del economista, filósofo, sociólogo, periodista, intelectual y político.
Según explica el profesor Corvalán, el título de su libro se basa en la metáfora de la canción (“Tantas veces me mataron / tantas veces me morí / sin embargo estoy aquí / resucitando”) debido a que Marx “ha sido centenariamente declarado fuera de circulación, y sin embargo se sigue avanzando en el tiempo y siempre está ahí en el debate: no se muere nunca”.
Las razones, señala, parten por “la potencia de su instrumental analítico. Cualquiera sea la realidad del mundo contemporáneo, los instrumentos de análisis para conocer esa realidad elaborados por Marx se siguen usando. Y esto porque permiten conocer nuestras realidades que normalmente son —deliberadamente— ocultadas por los discursos, por los medios y por esta característica que es tan propia de la sociedad contemporánea de construir las realidades a través de los discursos. Construcciones que obedecen a los poderes fácticos. El instrumental analítico de Marx lo puede utilizar cualquiera, y ahí está su potencia”.
Un segundo elemento que a juicio de Luis Corvalán explica la vigencia de Marx “es que las realidades opresivas nunca han sido superadas; los discursos legitimantes pueden ocultarlas, el pensamiento único puede ocultarlas, pero incluso en ese pensamiento se cuelan a veces datos que muestran situaciones extraordinariamente opresivas; desde ya, las extremas desigualdades sociales que muestran las estadísticas de organismos internacionales”. En este sentido, el académico incluye en el epílogo de este libro “datos de Oxfam, que indican que el uno por ciento de la población tiene más recursos que la mitad de la humanidad; también hay datos de Oxfam que dicen que después de la pandemia los grupos más ricos han casi duplicado sus ingresos y los más pobres los han disminuido”.
Explica el doctor Corvalán que “Marx analizó esta realidad en el siglo XIX y concluyó que era un elemento propio del régimen capitalista, lo que formuló como una ley, y esa ley se está verificando. Una de las tesis de Marx es que el capitalismo hay que verlo como lo que es: un sistema mundial; es decir, alguien puede decir ‘mire el nivel de vida en Francia o en Alemania’, exacto, pero para eso tiene que haber África, tiene que haber América Latina con sus pobrezas”.
Esa realidad, añade, “que hoy día está acentuada, fue prevista por el análisis que hizo Marx del capitalismo. Ahí hay otra razón por la cual este pensamiento sigue vigente, la capacidad predictiva, que es un elemento bastante notable de Marx”.
El joven Marx
Otro aspecto que consigna Luis Corvalán en su libro es uno “del cual se habla poco y que considero de una importancia quizás mayor que lo que señalé antes, y se refiere a los textos del joven Marx, según Louis Althusser, de cuando Marx aún no era marxista. Este texto al que me refiero trate del trabajo. En Marx el trabajo es la instancia en que el hombre se realiza; es decir, su concepto es de trabajo lúdico: el hombre va modificándose y construyéndose a través de su práctica y es una práctica que transforma al sujeto que trabaja colectivamente, pero esta transformación de los sujetos producto del trabajo es al mismo tiempo una transformación de la realidad y del hombre como constructor de realidades. Yo me detengo aquí en el concepto del trabajo como una necesidad vital —literal—. En este texto de juventud, Marx destaca que el trabajo en el capitalismo es como una maldición: pesado, agobiante, angustiante, y que el hombre se realiza fuera del trabajo. Entonces, el capitalismo ha privado al hombre del goce de su autoconstrucción a través del trabajo”.
Por lo anterior, Corvalán apunta un dato: “En Chile las licencias médicas son mayormente por estrés laboral; en Corea del Sur, los niveles de suicidio son altísimos y vienen fundamentalmente de la angustia por la sobreautoexigencia laboral. El trabajo, entonces, de ser un elemento que construye al sujeto y a la realidad y tiene un carácter lúdico porque es su necesidad vital, en el capitalismo se ha traducido en una maldición. Ese análisis es muy real, muy brutal, y cuando Marx lo hizo la situación no era tan grave como ahora”.
De esta forma, concluye el profesor Corvalán, “me parece que Marx es una figura extraordinariamente presente, pero que está invisibilizado porque cuestiona un mundo donde hay intereses muy fuertes que desean y que requieren mantenerse, para lo que necesitan borrar todo pensamiento crítico”.
“Como la cigarra. Carlos Marx, 1818-1883. Esbozo biográfico, intelectual, político y personal” es una publicación de editorial Escaparate, colección Política de la Teoría. El prólogo fue escrito por el doctor Osvaldo Fernández, académico del Instituto de Filosofía de la Facultad de Humanidades y Educación de la UV.
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