Skip to main content

Publican decálogo de buenas prácticas profesionales para desarrollo de personas mayores

30 Diciembre 2021

Documento fue co-construido por personas mayores y estudiantes de la UV vinculados al Centro Gerópolis, bajo la coordinación de la trabajadora social Pamela Arenas.

En el marco de su proyecto educativo realizado en el Magíster en Educación para la Inclusión, la Diversidad y la Interculturalidad de la Universidad de Valparaíso, la trabajadora social Pamela Arenas, egresada de la UV, impulsó la elaboración de un decálogo de buenas prácticas profesionales para promover el desarrollo de las personas mayores. El documento, basado en el enfoque de derechos, fue diseñado a partir de los resultados de una serie de encuentros intergeneracionales entre personas mayores y estudiantes de la UV, con el acompañamiento del Centro Gerópolis.

El decálogo está dirigido a profesionales de diversas disciplinas que en su quehacer laboral se relacionan con el grupo etario de 60 años y más. “No podemos negar que es común la discriminación por motivos de edad en las conductas hegemónicamente adquiridas, que van desde asumir que una persona mayor necesita ayuda para todo, hasta considerarlas como sujetos pasivos. Hay una cuestionable costumbre de tratar sólo con personas que consideramos que poseen características similares a las propias, porque la diversidad nos asusta y las relaciones intergeneracionales nos tensionan, pero lo cierto es que pueden ofrecernos otra mirada, podemos aprender mucho de ellas y es parte de una deuda social que debemos asumir como ciudadanos y ciudadanas”, señaló Pamela Arenas.

La trabajadora social llevó a cabo seis encuentros virtuales, con la supervisión institucional de Javiera Basáez, encargada de vinculación del Centro Gerópolis. Participaron alrededor de treinta personas de distintas edades y comunas del país. “Cada una de las buenas prácticas del decálogo tiene un enorme valor, porque fueron formuladas a partir de la experiencia de las mismas personas mayores participantes, junto con la mirada de jóvenes estudiantes de diversas disciplinas, es una especie de síntesis reflexiva-práctica. Este proyecto educativo ha significado un espacio de encuentro intergeneracional e interdisciplinario muy importante, donde se pudieron construir diálogos y trabajo colaborativo”, detalló.

Respetar la autonomía de las personas mayores en la toma de decisiones, valorar sus experiencias y alejarse de prejuicios negativos por motivos de edad son algunas de las buenas prácticas contenidas en el decálogo. También se recomienda brindar una atención oportuna según las particularidades de cada persona mayor y desarrollar una escucha activa basada en el buen trato, la empatía y la comprensión.

Sobre el interés por implementar este proyecto, Pamela Arenas indicó que “como trabajadora social, la búsqueda de equidad y justicia social es fundamental en todo lo que hago, en ese sentido creo que no podemos avanzar como sociedad dejando de lado a ciertos grupos humanos, como es la población mayor, y el respeto de sus derechos. A nivel personal, mi madre y padre son personas de más de 70 años y con ambos comparto diariamente; entonces, pensé que sería una gran motivación hacer este proyecto por ellos”.

Cruce de generaciones

Javiera Basáez planteó que para el Centro Gerópolis es muy importante mantener el vínculo con el programa de Magíster en Educación, “ya que nos permite realizar distintos proyectos educativos en torno a las personas mayores, fomentando el enfoque de derechos, de inclusión y de género. Estamos poniendo el acento en la intergeneracionalidad, dado que es la estrategia principal que permite comprender realidades e historias de vida diversas, con necesidades e intereses distintos, lo que permite desarrollar habilidades profesionales de empatía, respeto y trabajo en equipo en los estudiantes, con una mirada más abierta respecto a los fenómenos sociales. Por otra parte, nos interesa seguir promoviendo la participación activa de las personas mayores desde el reconocimiento de sus derechos”.

Rebeca Villalobos fue una de las participantes de 60 años y más, con residencia en la comuna de La Forida: “Desde el punto vista formal, diseño y actitud de la maestra, fue excelente y motivador, con temas muy pertinentes que nos llevaron a un democrático intercambio de saberes, para luego entregar insumos a Pamela y así alcanzar su objetivo de elaboración del decálogo. Fue un trabajo de relaciones horizontales, escuchádonos todas y todos con mucha atención, entregando propuestas en un clima muy grato, donde se abrieron las confianzas a expresar diversos sentires e inquietudes personales y propias de la contingencia. Considero que fue una enriquecedora instancia para todas y todos los participantes, y al realizarse de manera online pudimos conocernos desde muchos lugares de Chile”, expresó.

En tanto, Nelly Maldonado, fonoaudióloga recientemente titulada de la UV, manifestó que “los encuentros intergeneracionales permiten compartir una parte de cada persona, de su andar a lo largo del ciclo vital. Nos posibilitaron evidenciar que el actuar, el detenernos a valorizar el rol de cada una es lo que forma una verdadera comunidad. Es difícil avanzar sin escuchar, sin contemplar la inclusividad de todes sin importar la edad, nacionalidad y pensar, es enriquecedor apreciar la diversidad, el saber, las ganas de aprender, crecer y mejorar. Al finalizar los encuentros, entendí lo importante que es darnos tiempo para comunicar, compartir y construir lo que queremos, lo que soñamos tener y poder vivenciar el despertar”.

El decálogo se encuentra disponible para descarga en el siguiente enlace: https://geropolis.uv.cl/images/decalogo.pdf