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Boletín CLACSO dedica número especial a la vida intelectual del profesor Osvaldo Fernández

20 Diciembre 2021

“Siguiendo la brújula del marxismo” es titula la publicación del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.

Académicos e investigadores nacionales e internacionales participan del boletín n° 14 “El ejercicio de pensar”, del grupo de trabajo “Herencias y perspectivas del marxismo” del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO, dedicado al profesor Osvaldo Fernández, académico del Instituto de Filosofía UV, doctor en Historia de la Filosofía por la Universidad de París I Panthéon-Sorbonne (1978), profesor de Filosofía por la Universidad de Chile (1971) y profesor de Castellano por la Universidad de Chile (1964).

Bajo el título “Siguiendo la ruta del marxismo: vida intelectual de Osvaldo Fernández Díaz”, el boletín recoge reflexiones sobre su experiencia político-filosófica, a cargo de Jaime Villanueva y Gonzalo Jara; la recepción de Gramsci en Chile, por Claudio Berríos y Ricardo Portocarrero; “Mariátegui o la experiencia del otro”, con textos de Pamela Soto y Patricio Gutiérrez; “Lecturas sobre Marx: de las tesis de Feuerbach al fetichismo de la mercancía”, por Pablo Guadarrama y Patricia González; su experiencia exiliar en torno a la revista, con artículos de Martín Ríos y Nadia Rojo, junto a testimonios y archivos, a cargo de Leopoldo Benavides y Roberta Sanhueza.

Sobre el presente número, el profesor Fernández comenta: “¿Quién podría negar la satisfacción que produce semejante acto de reconocimiento? En este caso, por las investigaciones realizadas, porque el Boletín de CLACSO anticipa la publicación de una antología de lo por mí escrito desde hace años. Por otra parte, sitúo el boletín y la antología como partes de aquel tipo de reconocimiento que los pares brindan para quienes como yo nos adecuamos a la nomenclatura de las publicaciones en revistas indexadas, fórmula única y discriminatoria cuyas normas dejan en la sombra el trabajo de muchos profesores universitarios. Y si nos detenemos un poco en la cuestión, gran parte de las cumbres de la historia de la filosofía, por mencionar solo a Heráclito o Nietzsche, habrían quedado fuera de esta nomenclatura”.

“En la introducción a la antología me definí más bien como un lector que transmite lo leído a otros. Mi obra principal ha sido la de organizar lecturas colectivas y emprender un aprendizaje de textos filosóficos junto con amigos y alumnos. Como Berríos y Jara dicen en la introducción, Gramsci postula como mucho más importante socializar ideas que un descubrimiento genial que no sale de un círculo restringido. Mi docencia e investigaciones tienen esta impronta”, agrega.

El académico señala que “es una lástima que no se puedan hacer antologías de las iniciativas prácticas que uno emprende. Pienso en todo aquello que hacemos junto a otros, de esta larga antología que pudiera narrar, práctica de lectura colectiva mediante seminarios, que comencé desde que era alumno de Castellano en el Instituto de Pedagogía de la Universidad de Chile de Valparaíso. De todas ellas, de las que emprendí aquí en Chile durante los años sesenta y setenta, y de las que continué creando durante mi exilio en Francia, creo que la más importante es aquella de la que sigo participando hoy y que hemos llamado CEPIB (Centro de Estudios del Pensamiento Iberoamericano). Es quizás la que mayores satisfacciones me ha proporcionado. Para no ir más lejos, sin el CEPIB, este boletín que comentamos no habría sido posible”.

En cuanto a la relevancia de la presente antología, Fernández agrega que “en mis lecturas me he afanado siempre por mantenerme en la línea de un pensamiento crítico y autocritico. No hay verdades definitivas o que no se puedan revisar y someter a crítica. Es este espíritu que desearía se animara en quien me lea. No pretendo haber dicho cosas definitivas, ni descubierto verdades absolutas. Todo lo dicho por mí forma parte de una intervención requerida de réplicas críticas y que desearía provocarlas”.

Como mensaje a las nuevas generaciones de estudiantes, el profesor indica que “los llamaría a mantener una mirada crítica respecto de sí mismos y del mundo en que vivimos, pues estamos insertos en una realidad y un mundo en donde el neoliberalismo ha subvertido todos los valores que con dificultad venían imponiéndose entre los años sesenta y setenta del siglo pasado. Ahora, en cambio, el Estado se ha convertido en subsidiario, despojándose de sus deberes, para entregárselos a los privados y al lucro. Se han invertido los valores de la solidaridad remplazándolos por la competencia, que estimula el egoísmo individual por sobre las acciones colectivas, una realidad en la que el aparato estatal ejerce una hegemonía que tiende a expresarse mediante la exclusión y el miedo”.

“Siendo la filosofía principalmente interrogación, permite abordar con un mayor rigor la situación en que nos encontramos, me refiero a este período de nuestra historia que surge marcado por la gran incógnita que abrieron los sucesos de octubre de 2019, cuando quedó claro que ya no queríamos seguir viviendo como vivíamos. Los ejercicios de reflexión que provienen de las áreas que cubren las humanidades se requieren hoy, más que nunca quizás, para pensar hacia dónde tenemos que encaminarnos en la búsqueda de una sociedad nueva, que sea más justa, más solidaria e inclusiva, más igualitaria y tolerante que la que estábamos viviendo. Es de eso que nos preocupamos los profesores de Filosofía e Historia, de aprender a pensar a la intemperie, sin resguardos ideológicos y sin prejuicios. Por eso no puede haber universidad sin humanidades y sin filosofía”, añade.

El paso de una generación

El mexicano Jaime Ortega Reyna, editor de la publicación y profesor-investigador de la Universidad Autónoma de México, explica que “la obra de Osvaldo Fernández juega un papel muy relevante, no suficientemente escudriñado en las visiones sobre la recepción y ampliación de la obra de Karl Marx. Hay momentos muy importantes, por ejemplo, su localización dentro de la filosofía de la praxis”.

“También en su lectura de ‘El Capital’, particularmente del fetichismo, lo hace parte de un entramado amplio de lectores del texto de Marx. Su aporte en el estudio de José Carlos Mariátegui es un punto clave. La intención es ampliar el radio de conocimiento de su obra, una producción de altísima calidad y que juega un papel importante para observar el derrotero de una época. Fernández expresa bien el paso de una generación. Sus primeros textos son en clave militante, como se expresa bien en el libro que escribe junto a Sergio Vuskovic, así como sus intervenciones en el seno del Partido Comunista, en la década de 1960. Más tarde, como otros, apuntala la resistencia contra la dictadura, desde el exilio, sin despegar el estudio de la cuestión teórica de la política. Finalmente, tras la crisis del socialismo histórico, no abandona la perspectiva marxista, sino que la profundiza. Su principal aporte es pensar el tiempo histórico en una clave que parte de Marx, pero que continúa en Gramsci y Mariátegui, reivindicando la especificidad de la región sin abandonar la universalidad de las relaciones de dominio y explotación”, agrega.

Ejercer y vivir la filosofía

Marcelo Arancibia, director del Instituto de Filosofía UV, calificó como “un honor que se haya realizado este homenaje a Osvaldo Fernández, que integra nuestro claustro, porque es un reconocimiento a una trayectoria a un profesor que no solo ejerció la filosofía, sino que también la vivió. Ha sido homenajeado por pares que se dedican estudiar a los mismos autores, lo cual permite hacer un ejercicio reflexivo crítico no solo de concepciones o perspectivas filosóficas, sino que de pensar lo que ocurre en Iberoamérica, incorporando tradiciones más europeas. Fernández tiene una larga trayectoria, estuvo exiliado en Francia y al ser reincorporado a la UV se ha dedicado a fortalecer y potenciar la investigación sobre Gramsci, Mariátegui y Marx”, señala.

Arancibia cuenta que “el profesor creó y dirige el Centro de Estudios del Pensamiento Iberoamericano, reconocido a nivel internacional, iniciando una red de publicaciones asociadas a las tesis que ha guiado en nuestro programa de postgrado, donde es miembro del comité y del claustro académico del Magíster en Filosofía con mención en Pensamiento Contemporáneo, Lógica y Filosofía de la Ciencia, donde ha impartido docencia”.

“Se entiende el lujo de profesor que tenemos y es un orgullo que CLASCSO haga un homenaje a la trayectoria de quien probablemente sea el profesor de filosofía política más importante que tiene la UV y el país, destacado por su humildad y disposición, colaborador, sencillo y tremendo filósofo, pensando siempre en hacer las cosas en pro de la comunidad”, argumentó.

El número 14 del boletín se puede descargar en https://www.clacso.org/boletin-14-el-ejercicio-del-pensar/