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Farmacia puso en marcha campaña para eliminar los medicamentos domésticos sin uso o vencidos

14 Diciembre 2021

La iniciativa considera la habilitación de contenedores especiales que fueron ubicados en el hall de acceso de esta Facultad.

Una campaña destinada a concientizar a la comunidad universitaria, y a las personas en general, sobre la importancia de hacer uso racional de los medicamentos y, también, a cómo eliminarlos en forma correcta para que estos generen el menor impacto posible en el medio ambiente inició la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad de Valparaíso.

Bajo el lema “Medicación sustentable”, la iniciativa considera -entre otras acciones- la habilitación de contenedores especiales que fueron ubicados en el hall central de la Facultad de Farmacia (Gran Bretaña 1011, Playa Ancha, Valparaíso), para que quienes estén interesados en colaborar con ella puedan deshacerse de fármacos que estén vencidos, en mal estado o que simplemente ya no usen.

Según explicó la directora de la Escuela de Química y Farmacia de la UV, Yanneth Moya, la propuesta apunta, en definitiva, a que la gente solo mantenga los medicamentos necesarios en su botiquín y no los almacene innecesariamente, evitando con ello la farmacontaminación.

“La idea surgió porque a pesar de que existe una normativa sobre cómo eliminar los medicamentos, en general ésta se aplica solo en ambientes hospitalarios a los que no tiene acceso la mayoría de las personas. Por eso, el objetivo de esta campaña es que éstas puedan dejar los fármacos que ya no usen, que estén en mal estado o que hayan expirado en lugares seguros, como nuestros contendores, para que luego nosotros los retiremos y destruyamos, ya que algunos pueden perder estabilidad y pasan a ser tóxicos. En nuestro país no existe un lugar donde la gente común y corriente pueda devolver los medicamentos no utilizados, al contrario de los países desarrollados. Por eso nos parece importante avanzar en esto y contribuir con ello al medio ambiente”, dijo la autoridad académica.

Intoxicaciones

De acuerdo con un estudio realizado por el Centro de Investigación Toxicológica CITUC, en Chile el 45% de las intoxicaciones con medicamentos son de tipo accidental (porcentaje que se eleva al 93% en el caso de los niños menores de cinco años), un 44% obedecen a motivaciones suicidas y un 8% tienen su origen en un error terapéutico o mal uso.

“Por eso no es bueno mantener medicamentos sin uso o caducados en la casa”, enfatizó Yanneth Moya.

En efecto, los grupos farmacológicos cuyos residuos suscitan mayor preocupación -acotó la especialista- son los antibióticos, los antiparasitarios y los antimicóticos; los medios de contraste radiológicos y antineoplásicos (aquellos que impiden el desarrollo o proliferación de células tumorales malignas). Otros que preocupan por su elevado consumo son los antiinflamatorios, anticonceptivos y betabloqueantes, que se usan en el tratamiento de los trastornos del ritmo cardíaco y en la cardioprotección posterior a un infarto de miocardio. Por último cabe mencionar a los hipolipemiantes, que son recetados para disminuir los niveles de lípidos en sangre.

Condiciones

La directora de la Escuela de Química y Farmacia de la UV explicó que los principales fármacos candidatos a la eliminación son todos aquellos que caducaron por fecha, también los jarabes o gotitas oculares, cuyos envases quedaron abiertos por más de un mes, todo comprimido que haya cambiado alguna de sus características básicas, como color o forma, y los que estén quebrados, ya que no garantizarán la condición de esterilidad y por lo tanto podrían convertirse en tóxicos en algún minuto.

Tal como lo destalla la académica, la iniciativa -además- intenta relevar la labor de los profesionales químicos farmacéuticos, que no se restringe meramente a la práctica de dispensar medicamentos, ya que también deben preocuparse de desarrollar medicamentos sustentables con el medio ambiente y orientar a la comunidad para un idóneo manejo de residuos farmacológicos para afecta el entorno natural.

“Muchas personas eliminan sus medicamentos directo en las bolsas de basura o por las cañerías o el inodoro. Estos residuos finalmente llegan al mar y podrían estar contaminando diversos ecosistemas. Los medicamentos que son considerados peligrosos se incineran a mil grados Celsius y con un sistema de doble campana para evitar contaminar el ambiente, pero eso lo hacen empresas especializadas. Nosotros como Escuela de Química y Farmacia, lo que estamos haciendo es recolectar y enviaremos a incinerar. Por ahora los contenedores se encuentran en la Facultad de Farmacia y están todos invitados a dejar sus medicamentos en ese lugar. Sin embargo, queremos que más personas se sumen a esta campaña, ya estamos en conversaciones con otras facultades, para que la campaña recorra distintos espacios de nuestra comunidad universitaria. De modo que las personas puedan dejar allí sus medicamentos que ya no usan, generar conciencia y disminuir la farmacontaminación”, concluyó Yanneth Moya.