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“En Chile tenemos una sociedad de consumo precaria basada en el endeudamiento”

30 Abril 2021

Sostuvo el doctor en Sociología Alejandro Marambio, en la inauguración del año académico de Ingeniería Comercial en el Campus Santiago.

Con la conferencia “Interpretaciones de la vida socioeconómica de los chilenos desde el consumo y el endeudamiento”, del doctor en Sociología por la Universidad de Manchester Alejandro Marambio, la Escuela de Ingeniería Comercial llevó a cabo la inauguración del año académico 2021 en el Campus Santiago. En su presentación, el académico enfatizó que Chile ha construido una “sociedad de consumo precaria” basada en el endeudamiento.

En el evento online, la directora de la carrera Tania Jakasovic destacó que los y las estudiantes se están “formando para ser creadores y agentes transformadores” en el nuevo escenario que vive nuestro país, que ha relevado valores propios de la UV como el "rol social y de servicio, y un profundo sentido ético".

Jeannette Rodríguez, secretaria de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (FACEA), en representación del decano Óscar Fariña, saludó especialmente a los/as estudiantes de primer año, quienes “inician un proceso de transformación” en lo disciplinario, apuntando a la excelencia y al profesionalismo, y según “los valores éticos representativos de nuestra universidad”.

En su charla, Marambio explicó que la implementación del modelo neoliberal en Chile durante varias décadas creó una sociedad de consumo precaria, caracterizada por un capitalismo jerárquico, desigual y de una pobreza disfrazada por la adquisición de bienes -sobre todo debido a la expansión del retail, que atiende a los segmentos medios bajos y bajos- vía el endeudamiento o el crédito, lo que denominó como “pobreza equipada”.

Sin embargo, dijo que tras la revuelta de octubre de 2019 los problemas que parecían individuales se expresaron colectivamente y se han articulado discursos críticos sobre el tipo de sociedad que hemos construido. En ese marco, planteó que surge la posibilidad de que existan consumidores (y ciudadanos) con una mirada más crítica que puedan, por ejemplo, “organizarse para incidir en las políticas públicas” o tomar decisiones sin sentirse presionados por un sistema que consume y desecha muy rápidamente los productos (lo que es impulsado también por la obsolescencia programada) o que privilegia la inmediatez por sobre esperar (ahorro) para adquirir un bien no esencial, entre otros aspectos.

El crédito del retail

El investigador explicó que “la narrativa exitosa” de las cifras macroeconómicas en el país nos ha hablado de logros como un crecimiento sostenido (7,9% promedio entre 1987 y 1996), una importante reducción de la pobreza por ingresos (de 40% en 1990 a 12% en 2010) y aumento del consumo. Sin embargo, “Chile sigue siendo un país con una gran cantidad de pobreza y que no se caracteriza por ser muy igual y, sobre todo, segrega bastante”.

Marambio, quien es investigador del Centro de Estudios Urbano Territoriales de la Universidad Católica del Maule y académico en Sociología de la misma casa de estudios, sostuvo que “las reformas y privatizaciones de la modernización capitalista permitieron la expansión del crédito y eso, a su vez, pavimentó el camino de la cultura del consumo”. Este proceso se produjo de “manera bastante particular”, principalmente de la mano del retail desde los años noventa en adelante, con la idea de “democratizar” el acceso a bienes y servicios.

A su juicio, el retail hoy es el reflejo de una “modernización a la chilena” durante las últimas décadas, dado que no solo es el lugar -que pertenece a empresas de gran tamaño y poder económico- donde se compra, sino también el que financia el consumo y entrega empleos precarios en el sector servicios.

Entre las implicaciones sociales del crédito y el endeudamiento destacan, de acuerdo al investigador, la integración a través del acceso a bienestar, educación, vivienda y salud. Además, permite integrarse a la sociedad de consumo (cultura de consumo, expresión de identidades y mantenimiento de estilos de vida) y es un paliativo contra vulnerabilidades y un activo para las familias en términos de aumentar su capital material y simbólico.

Pero también constituye una “movilidad social virtual”, especialmente en grupos de bajos ingresos, que son los más endeudados en el retail, creando una “pobreza equipada y/o la ruta de acceso simbólico a la adorada clase media”.

Desnaturalizar la deuda

Marambio puso el acento, además, en que el endeudamiento se ha naturalizado en la estructura económica, social y política del país, que en algunos casos se ve como un signo de modernidad y desarrollo, y que incluso hay programas de educación financiera del Estado que “usualmente legitiman el endeudamiento regular”. Además, la banca y el retail se orientan a los créditos de consumo antes que al ahorro y la inversión.

El doctor en Sociología reconoció que es actualmente es muy difícil vivir sin endeudarse, ya que aquello implicaría un “cambio civilizatorio”, renunciar a “vivir la vida que se nos exige vivir, por ejemplo, no podríamos estudiar o comprarnos un auto”. Sin embargo, Marambio estima que debiéramos desnaturalizar la deuda, es decir, “dejar de asumir que todo nuestro bienestar debe basarse irremediablemente en el crédito y la deuda”. Asimismo, pensar que ser consumidor no es excluyente de ser ciudadano que piense “en lo socialmente justo, en lo colectivo y en el bien común”.

Sobre las organizaciones formales de consumidores, Marambio opinó que estas entidades son débiles, lo cual se suma a un “Sernac sin dientes” para ejercer un efectivo contrapeso respecto de las empresas que prácticas abusivas.

El conferencista también adelantó algunas líneas de su investigación “El consumo y las formas de lo político” en la actividad que incluyó la presencia de la directora del Campus Santiago, Valeria Scapini, del jefe de carrera de Ingeniería Comercial, Juan Egaña, académicos/as y estudiantes.