Jóvenes de primero a quinto año siguen velando por el bienestar y el desarrollo integral de niñas y niños en medio de la pandemia.
Ochenta estudiantes de primero a quinto año de la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad de Valparaíso renovaron de manera simbólica, ante sus pares y profesores, el compromiso en favor del bienestar y el desarrollo integral de la infancia que asumieron al momento de ingresar a la carrera.
Lo anterior se concretó durante un encuentro virtual que dicha unidad académica organizó con el propósito de compartir con las jóvenes y valorar la dedicación con que han enfrentado sus estudios durante la pandemia, mayormente a distancia y en modalidad en línea, tiempo en el que muchas de ellas tuvieron que readaptar sus rutinas e incurrir, además, en importantes sacrificios personales y familiares.
Asimismo, la actividad buscó reconocer y motivar de manera especial a aquellas alumnas que en medio de las cuarentenas y otras restricciones debieron realizar su práctica profesional, lo que sin duda les generó dificultades y responsabilidades extras, así como también a las alumnas de primer año que al inicio de este segundo semestre lamentaron no haber sido investidas con el tradicional delantal verde de la disciplina y la piocha institucional, elementos que reciben al comenzar sus prácticas académicas, en una ceremonia que esperaban con ansias y que como resultado de la emergencia sanitaria en esta ocasión quedó postergada.
Significado
El encuentro fue transmitido en directo a través de diferentes plataformas digitales y lo encabezó la directora de la Escuela, Marina Grabivker, quien entregó a cada una de las jóvenes un mensaje de aliento y las instó a redoblar sus esfuerzos.
“Este ha sido un momento para volver a recibirlas y recordar el significado y el sentido de nuestra carrera, manteniendo aún en este complejo escenario el compromiso con su elección, con lo que las convoca desde que iniciaron el camino de su formación como profesionales de la educación parvularia: el compromiso que comenzaron a asumir formalmente frente a la niñez, su educación y su desarrollo pleno”, dijo.
Junto con ello, la profesora Marina Grabivker las invitó a pensar y mirar con optimismo el futuro, a pesar del complejo momento que la sociedad en general y ellas en particular viven. “El momento presencial volverá. Sabemos qué será distinto, con muchos e impensados desafíos. Confío en que la flexibilidad, la creatividad y el profundo conocimiento de los diferentes saberes que implica nuestra profesión las guiarán en ese recorrido. Sí, el momento presencial volverá y no duden que ustedes volverán a disfrutarlo”, concluyó.
Lazos más fuertes
Tras la intervención de la directora de la Escuela, hizo uso de la palabra la secretaria general del Centro de Estudiantes de Educación Parvularia, Mitzy Aracena, quien afirmó que las situaciones tan complejas que han vivido las han ayudado a crecer como futuras profesionales de la disciplina, aportándoles valores como la empatía, creando nuevos lazos cada vez más fuertes entre ellas, y buscando un mismo fin: una educación de calidad en la primera infancia.
Luego fue el turno para intervenir de Constanza O’Nell Salazar y Lezlie Alarcón, alumnas de quinto año que realizan su práctica profesional en las menciones de Promoción de la Salud y de Trastornos del Lenguaje, quienes relataron su experiencia.
Finalmente, al cierre del encuentro virtual, las estudiantes conectadas renovaron frente a sus compañeras y docentes, por escrito, su compromiso en favor de la infancia y del desarrollo integral de los niños y niñas que deberán guiar y formar durante el ejercicio de su profesión.
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