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Profesora de Derecho reflexionó sobre proceso constituyente y su relevancia para las mujeres

06 Agosto 2020

Alejandra Zúñiga participó en seminario online “Retomando el proceso constituyente”.

La profesora de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso Alejandra Zúñiga participó como expositora en el semanario online “Retomando el proceso constituyente”, organizado por la Asociación por las Libertades Públicas y el medio digital jurídico Estado Diario. La actividad abordó el proceso constituyente que atraviesa el país y en particular el plebiscito del próximo 25 de octubre, junto con los temas que debiesen ser discutidos en una nueva eventual constitución.

La actividad contó además con la participación de Gabriel Osorio, miembro del comité técnico encargado de implementar el plebiscito del próximo 25 de octubre, y Constanza Hube, profesora de la Facultad de Derecho de la PUC. El encuentro fue moderado por Elisa Walker, asociada por las Libertades Públicas y fue transmitido por las plataformas digitales de Estado Diario.

En su intervención, la también investigadora responsable del Centro de Investigaciones de Filosofía del Derecho y Derecho Penal (CIFDE) de la UV, reflexionó sobre el contexto mundial en que se va a realizar el plebiscito y cuál es su relevancia para las mujeres en Chile, explicando que “las cifras muestran que las mujeres realizan tres veces más trabajo de cuidado no remunerado que los hombres y que el cuidado de los familiares con el virus ha aumentado drásticamente su carga. Los datos vaticinan que en todo el mundo la independencia de las mujeres será una víctima silenciosa de la pandemia, puesto que a medida que los sistemas de salud colapsan, más personas con Covid-19 necesitarán cuidados en el hogar, lo que aumentará su carga general de trabajo. Además, como las pandemias exacerban todas las desigualdades existentes, el aislamiento de los hogares seguirá desplazando el trabajo de cuidado desde la economía remunerada a la no remunerada”.

A pesar del desalentador panorama, la académica analizó si acaso es posible que esta crisis ofrezca también una oportunidad para concretar cambios en la dirección correcta, señalando que “es difícil encontrar efectos positivos del distanciamiento físico, pero varios estudios muestran que la nueva realidad del trabajo remoto puede permitir atraer a más mujeres a los espacios públicos. El uso extendido de la videoconferencia ha hecho que más personas hoy se sientan cómodas con este nuevo formato de reuniones y encuentros virtuales, y los estudios muestran que si antes de la crisis del Covid-19 era normal que muy pocas personas asistieran a eventos en línea, hoy nos hemos acostumbrado a ver una extraordinaria participación en estos espacios y, lo que es mejor, una enorme participación femenina”.

“El llamado teletrabajo que nos ha permitido acortar las distancias y colaborar cotidianamente con personas ubicadas en cualquier rincón del país y en los horarios más flexibles puede ser una oportunidad para mejorar la vida de las mujeres, puesto que hoy el espacio público se desarrolla en gran medida desde el espacio privado. Por ello, la industria, las empresas y la política debiesen cambiar radicalmente, permitiéndonos que el teletrabajo nivele al menos un poco el campo de juego. Así como las empresas se han dado cuenta de que pueden operar sin problemas con un personal completamente remoto, generando arreglos de trabajo más flexible, es de esperar que al definir el funcionamiento y los procesos de participación de la futura convención constituyente o convención mixta, esta nueva realidad sea tomada seriamente en consideración”, añadió.

“Para las mujeres que tienen una parte desproporcionada de las responsabilidades de cuidado de niños, enfermos y ancianos, esto podría hacer una enorme diferencia. No importa en qué lugar del país vivamos, ni cual es la carga doméstica, puedes aspirar a participar e incluso formar parte de la futura convención constituyente, puesto que vamos a aprovechar estos importantes cambios tecnológicos y culturales generados por la pandemia para garantizar que el trabajo y el funcionamiento de la convención se haga de manera remota, facilitando la inclusión de quienes de otro modo no podrían tener voz en este trascendental proceso democrático”, subrayó.

Para finalizar, la docente UV dejó planteadas dos interrogantes. La primera fue si será posible que esta sea la primera constitución del mundo no solo hecha en un 50% por mujeres, sino que con mujeres que tengan verdaderamente garantizada su participación, y la segunda referida a si vamos a aprovechar los cambios radicales en nuestro modo de vida impuestos por la pandemia para construir entre todos un nuevo pacto social realmente inclusivo. Frente a ellas expresó que “todo es posible si hay voluntad, y creo que depende de nosotros avanzar por el camino correcto y hacer posible lo que en otro momento habría sido impensable”.