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Estudian discos de escombros de estrellas jóvenes que podrían formar planetas como la Tierra

16 Julio 2018

Desde las rocas y granos de polvo que conforman estos discos se formarían los planetas rocosos, que serían capaces de albergar vida.

Un grupo de astrónomos de la Universidad de Valparaíso descubrió absorciones de gas, poco estudiadas hasta la fecha, provenientes del disco de escombros ubicados alrededor de estrellas jóvenes. Lo relevante de la investigación es que a partir de las rocas y granos de polvo que conforman estos discos se forman los planetas rocosos como la Tierra, los que podrían ser capaces de albergar vida.

Así lo señala la investigación liderada por Daniela Iglesias, estudiante del Doctorado en Astrofísica que imparte el Instituto de Física y Astronomía (IFA) de la Universidad de Valparaíso, quien además es investigadora del Núcleo de Formación de Planetas (NPF). También participan en el estudio los académicos Amelia Bayo, directora del NPF, y Matías Schreiber, subdirector del NPF, ambos del IFA UV, y Johan Oloffson, investigador líder del Grupo Tándem Max Planck UV.

Absorción de gas

Los investigadores indican que hace algunos años se creía que en los discos de escombros —compuestos principalmente por polvo, rocas, cometas y posiblemente planetas en formación— la estrella en sus etapas tempranas había disipado completamente el gas. Sin embargo, investigaciones recientes han concluido que la evaporación de los cometas presentes pudo generar este inesperado gas, cuya presencia influye en los procesos de formación planetaria.

En el estudio se analizaron espectros de alta resolución de los sistemas, correspondientes a la descomposición en distintas longitudes de onda de la luz que se recibe desde la estrella y que permiten distinguir los elementos químicos que la componen.

“Para este trabajo ha sido muy importante estudiar la huella que deja, por ejemplo, el calcio en el espectro de la estrella. En el gas que queríamos detectar hay, entre otros, átomos de calcio, por lo que cuando este gas se cruza frente a la estrella produce una absorción extra en el espectro, que normalmente no estaría presente”, explica Daniela Iglesias.

Presencia de hielos

Por su parte, Amelia Bayo, segunda autora del estudio, explica que los granos de polvo analizados están principalmente compuestos por silicatos, pero en las zonas externas del disco pueden tener todo tipo de hielos que los hacen “pegajosos”, lo cual es muy importante, “precisamente porque estos hielos pueden hacer que partículas de polvo del tamaño de milímetros y decímetros —creemos que estos granos de polvo no son esferas sino estructuras porosas— se peguen unos a otros”.

La doctora Bayo agrega con respecto a los elementos químicos para la vida, que “aquí vuelvo a la parte de los hielos: cuando hablamos de hielo uno piensa en agua, y cuando cometas se desplazan de las partes externas del disco hacia la estrella, lo que hacen es transportar estos hielos que se ‘evaporan’ conforme el cuerpo se acerca a la estrella. Pero estos hielos no tienen por qué ser sólo de agua, pueden ser por ejemplo de CO”.

Materiales

La investigadora añade que “este transporte de materiales de distintas partes del disco a los planetas que se están formando más cerca de la estrella, creemos que fue algo vital de hecho para la evolución temprana de la Tierra. Así que claro, queremos comparar con los procesos que pudieron traer el agua a la Tierra, pero lo que nosotros vemos ‘evaporarse’ en verdad es sobre todo calcio y algo de sodio”.

Las estrellas jóvenes estudiadas están localizadas en la vecindad solar; eso quiere decir que todas están cerca en términos astronómicos, es decir a menos de cien parsecs (menos de 326 años Luz), apunta la astrónoma.