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“Un sistema de salud moderno debe incluir las medicinas académica, tradicional y doméstica”

11 Julio 2018

Médico y antropólogo social mexicano Roberto Campos Navarro visitó la UV para presentar su libro “El empacho en Chile”.

“Cuando mi hijo se enfermó, yo me asusté mucho. Él [era mi"> primer hijo [y"> uno no sabe mucho qué hacer. Lo llevé donde mi mamá, ella lo miró, le alorosó [olió">… y me dijo: ‘está empachado. Llévalo donde doña Z y dile que el niño está enfermo, dile lo que tiene’. La señora Z le quebró el empacho: pescó a mi niño, desnudito le contó desde la colita hacia arriba tres huesitos, le sobaba con ceniza de cigarro, y le levantó el cuerito y le sonó como cuando uno se saca mentiras. Le sonó al segundo día porque esto lo hizo por tres días. También le daba zumo de papas y así mi niño se sanó, gracias a la señora Z. ¿Si no hubiera conocido a la señora Z lo habría llevado al doctor? …Bueno, no sé. Si no hubiera sabido de nadie lo tendría que haber llevado no más, pero uno siempre sabe de alguien que sane de empacho, a lo mejor hasta lo habría sanado mi mamá”.

Este relato es parte del libro “El empacho en Chile, 1674-2010”, cuyo autor es Roberto Campos Navarro, médico cirujano y doctor en Antropología Social, reconocido especialista en Medicina Familiar e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien ha dedicado gran parte de su vida profesional al estudio y la divulgación de las técnicas de sanación ancestrales practicadas en gran parte de América Latina.

El académico mexicano visitó la Universidad de Valparaíso invitado por el Departamento de Medicina Familiar de la Escuela de Medicina, con cuyos académicos y estudiantes de los programas de pregrado y postgrado compartió algunas de sus experiencias —como el uso de hamacas en vez de camas en los hospitales— y, por cierto, también dialogó sobre su texto, el cual definió como una recopilación de antecedentes históricos, anécdotas y saberes populares concernientes a una patología que es conocida y tratada por igual en prácticamente todas las comunidades rurales y semiurbanas que existen en el continente, desde el desierto de Sonora hasta la Patagonia.

Biomedicina mejorada

Durante su exposición en la UV, el doctor Campos Navarro sostuvo que el empacho y otras enfermedades de raigambre campesina —como el mal de ojo, el susto o espanto, la caída de mollera y los aires— corresponden a definiciones surgidas de cosmovisiones indígenas concernientes a patologías que no siempre son reconocidas ni menos diagnosticadas o tratadas por la medicina académica moderna o clínica.

“Nuestros pueblos son depositarios de una gran riqueza de conocimientos y saberes ancestrales en materia de salud, sanación y bienestar, la mayor parte de los cuales son desechados por la medicina moderna a pesar de que sí son parte de lo que podemos denominar como antropología médica intercultural, que privilegia el contacto entre las personas, la confianza, el arraigo cultural y la tradición e incluso el naturismo y las terapias alternativas, todos ellos elementos que lo clínico suele invisibilizar”, expresó.

En esa línea, el especialista mexicano argumentó que dicho aspecto es un factor digno de considerar, ya que de esos saberes deriva la medicina casera o doméstica, en la que el rol de las abuelas y las madres es fundamental, y cuyas prácticas han permeado poco a poco la medicina familiar contemporánea.

“Lo anterior permite afirmar que un sistema de salud moderno debe incluir a las medicinas académica, tradicional y doméstica, que en algunas regiones de México existe y que ha demostrado ser efectivo. Es, en otras palabras, una suerte de biomedicina mejorada”, concluyó Campos Navarro.