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“Delirio”, la soledad provocada por la hiperconectividad y las tecnologías

09 Julio 2018

Obra dirigida por Claudio Marín se presenta los días 12, 13 y 14 de julio, a las 20:00 horas, en la Sala Negra UV.

La soledad provocada por la hiperconectividad y las nuevas tecnologías es el foco central de la obra “Delirio”, a cargo de la compañía Teatro Osadía, que se presenta este jueves 12, viernes 13 y sábado 14 de julio, a las 20:00 horas, en la Sala Negra UV, ubicada en avenida Brasil 1647, Valparaíso.

La pieza titulada originalmente “Rausch” (Intoxicación), del dramaturgo alamán Falk Richter, es dirigida por Claudio Marín, actual director de la Escuela de Teatro de la Universidad de Valparaíso. Según Marín, el texto del escritor germano lo llevó a preguntarse por el significado del título y su vinculación con Latinoamérica y Chile.

“El individualismo y la soledad es precisamente lo que este grupo de artistas emergentes de la compañía Teatro Osadía plantean en esta puesta en escena, en donde lo primordial es el aislamiento en el que nos encontramos en un mundo invadido por internet, los dispositivos móviles y los formatos digitales”, explica.

Marín asegura que “‘Delirio’ es una obra que pone en la palestra a una pareja y sus conflictos condicionados ante el capitalismo y la ficción provocada por el mundo virtual, como pretexto para ahondar en las relaciones del individuo contemporáneo. Es por ello que se busca exponer y tensar los diferentes dispositivos de control en los que estamos inmersos, y a su vez, el engaño que las expectativas de estos generan en las personas, lo que por ejemplo ocurre con las redes sociales al no existir una correspondencia entre lo virtual y lo real”.

La obra cuenta con la interpretación de Daniela López, Mariana Holvert, Paulina Erazo y Mauro Carrasco. El director adelanta que “la pieza teatral se presenta con una estructura fragmentada en la que no existen personajes como tal, sino que diferentes roles que van variando a lo largo del montaje. El texto no cuenta ninguna historia en particular más que la de nosotros mismos en esta época que nos tocó vivir”.

En cuanto al montaje, Claudio Marín indica que “la escenificación es potenciada por medio de diferentes estrategias contemporáneas, en que la materialidad se construye a partir de elementos mediados, lo que instala a la imagen y el sonido como elementos vitales de la puesta en escena, convirtiendo a esta obra en una experiencia para el espectador y por lo tanto, un panorama imperdible”.