Skip to main content

“En una universidad pública estamos llamados a tomar posiciones”

01 Junio 2018

Explica Pablo Aravena, director del Instituto de Historia y Ciencias Sociales, ante movimiento feminista.

Pocos días atrás, el claustro académico del Instituto de Historia y Ciencias Sociales emitió una declaración pública ante los movimientos estudiantiles que levantan demandas feministas. Pablo Aravena, director del Instituto, explica que dicha declaración responde al hecho de que “los académicos estamos exigidos a manifestarnos ante las inquietudes de las estudiantes, teniendo en claro siempre que nuestra misión tiene que ver tanto con la generación y transmisión del conocimiento como con la formación de profesionales. Y cuando decimos conocimiento hay una dimensión ética, que usualmente queda encubierta tras una conceptualización tecnocrática de éste. En tal sentido entonces, más aun en una universidad pública, estamos llamados a tomar postura, a tomar posiciones de manera responsable, sobre todo frente a los estudiantes, que son la otra gran mitad de la comunidad académica”.

Añade Aravena que “en el claustro académico de nuestro Instituto hay ciertos acuerdos transversales, pero también ciertos a priori comunes antes de ponernos a discutir, por ejemplo no tolerar ninguna situación que tenga que ver con desigualdad o injusticia. En la historia política de Chile esto ha tenido que ver usualmente con las cuestiones de desigualdad material, económica, de clase si se quiere, pero la desigualdad no se limita sólo a este nivel… Y eso es lo interesante de este movimiento: es una instancia que nos permite mejores condiciones de recepción a perspectivas no reduccionistamente materialistas. La desigualdad de género, la exclusión de las mujeres van más allá de disposiciones materiales, están arraigadas en estructuras mentales solidarias con el capitalismo, pero anteriores a él”.

Ahora, explica el académico, “las condiciones para una mejor recepción a esta ‘crítica de la crítica histórica’ son epocales, y quizás no habían surgido hasta ahora por motivos que habría que también revisar, estamos obligados a hacerlo”.

Destaca el director que “esos son los motivos, más allá de cualquier militancia. Solamente por este sustrato mínimo de nuestra comunidad, y por la vocación crítica propia de nuestra disciplina, estamos exigidos por el presente fenómeno social. No obstante hace ya al menos dos años nuestra carrera ha incorporado dichas temáticas en el Plan de Estudios, dirección en la que seguiremos trabajando”.

Coyuntura histórica

Respecto de su posición frente al movimiento, Pablo Aravena señala: “Me parece que es un movimiento legítimo en el sentido que recién lo decía: en que efectivamente hay situaciones de desigualdad, de abuso, que se han mantenido por mucho tiempo. Ahora, quizás cuando digo esto último es la dimensión más complicada del fenómeno. Porque estamos frente a estructuras que llevan siglos ahí. En un lenguaje un poco más técnico, estamos quizás frente a un bloque histórico; presumiblemente entonces hoy podríamos estar en una coyuntura”.

Sin embargo, prosigue, “personalmente creo que no tenemos claridad sobre si esto es realmente una coyuntura, en rigor es una hipótesis. No sabemos realmente en lo que estamos, no sabemos con certeza el alcance crítico o la funcionalidad sistémica de estas demandas, interpretamos indicios. Y por lo tanto, lo único que podemos expresar es un compromiso ético y práctico aplicado al ámbito al que estamos abocados, como decíamos en la declaración de nuestro Instituto: en el ámbito de la creación, la formación y la difusión de conocimiento. Yo diría que en tanto académicos y académicas, no podemos sino ser muy prudentes; otra cosa es lo que cada uno de nosotros haga en términos de sus compromisos o militancias personales”.

Declaración pública

La declaración pública del claustro académico del Instituto de Historia y Ciencias Sociales está firmada por Pablo Aravena (director), Graciela Rubio (secretaria académica), Claudia Montero (coordinadora de Extensión), Jaime Lacueva (director de Magíster), Héctor Arancibia (director de Carrera), Claudio Pérez, Leopoldo Benavides (decano), Marcela Cubillos, Itamar Olivares, Francisco Vergara y Luis Corvalán. El texto es el siguiente:

“Frente a la actual movilización feminista que se registra a nivel nacional y en particular en nuestra Facultad, el Claustro Académico del Instituto de Historia y Ciencias Sociales declara lo siguiente:

”Consideramos que un movimiento reivindicativo y con proyecciones de transformación cultural, como el que vivimos, está plenamente justificado frente a las históricas y cotidianas situaciones derivadas de condiciones de desigualdad de género.

”Los miembros que integramos este claustro creemos que se trata de una situación injusta, y como tal intolerable, que afecta especialmente a las mujeres. Consideramos que deben perfeccionarse los actuales protocolos que permitan cautelar de la mejor forma posible los derechos de nuestras estudiantes, académicas y funcionarias.

”Así mismo quienes integramos este Claustro consideramos que se trata de un cambio de extremada complejidad, ya que excede el ámbito universitario, y que por lo tanto se debe abordar desde distintos ámbitos, siendo el nuestro el académico, es decir el de la formación de profesionales de la educación y la historiografía, la creación y difusión de conocimiento. En este sentido hemos decidido asumir el compromiso de hacer lo necesario y lo que esté a nuestro alcance para avanzar en una educación no sexista, tanto en nuestro Plan de Estudios, como en la práctica educativa de nuestros/as futuros/as profesores/as.

”Para esto último invitamos a los/as estudiantes a elaborar e implementar un programa de reuniones de trabajo para discutir las modificaciones al Plan de Estudios que nuestro claustro está próximo a iniciar.

”No podemos terminar sin reafirmar nuestro sostenido compromiso con la sana y respetuosa relación entre los tres estamentos de nuestra comunidad y el cumplimiento de las normativas académicas de nuestra Universidad”.