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El mundo aséptico no nos hace tan bien como se cree

06 Abril 2018

Fue una de las reflexiones de la sesión inaugural del nuevo ciclo de Tertulias Porteñas, que convocó el CINV en su sexta edición.

Tertulias Porteñas inició su ciclo 2018 con el conversatorio “¿Somos lo que comemos?”. La pregunta llevó a la reflexión de un tema para muchos cotidiano, pero al desmenuzarlo desde la perspectiva de la neurobiología y la nutrición aplicada, expandió la conversación a diferentes dimensiones de la alimentación.

El evento organizado por el Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso (CINV) se realizó en el Centro de Extensión del Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio (Centex), a sala llena, con nuevo moderador y con las panelistas invitadas Sofía Bustos, nutricionista y directora de la Corporación Actuemos, y Andrea Calixto, microbióloga e investigadora del CINV. El periodista Patricio Fernández guio la conversación con un estilo relajado y oportunas intervenciones, lo que dio fluidez a la conversación.

Más bacterias que células propias

“Tenemos más bacterias que células propias”, aseguró Andrea Calixto. De acuerdo a la literatura científica, tenemos cerca de 200 billones de bacterias, una cifra muy superior a las 37,2 billones de células propias que tendría el ser humano, según el estudio de un equipo de investigadores italianos de la Universidad de Bolonia (www.nationalgeographic.com.es/ciencia/y-tu-cuantas-celulas-tienes_9939).

Las bacterias se localizan en todo nuestro cuerpo y en órganos internos y expuestos. Normalmente son conocidas como microbiota o microbioma. “Las bacterias se alimentan de lo que nosotros comemos. Al ser tan numerosas nos hacen ser quienes somos. De hecho son capaces de cambiarnos desde los estados de humor hasta la posibilidad de padecer o no enfermedades de todo tipo, y la literatura en eso es extensa. Nosotros como científicos contribuimos un poco a entender esa interacción”, afirmó la doctora Calixto.

La neurobióloga señaló que al tener una alimentación poco variada o cuando consumimos alimentos de un solo tipo (por ejemplo, sólo carbohidratos), se reduce, no el número, sino más bien la diversidad de especies de microorganismos en nuestro cuerpo. Y esto cobra importancia porque “las bacterias producen muchos precursores de neurotransmisores, lo que permite una mejor comunicación dentro del sistema nervioso central”, dijo.

Por lo tanto, el mundo aséptico no nos hace tan bien como se cree. “No es aconsejable esterilizarlo todo. Tampoco es malo a veces tomar del mismo vaso de agua que tu hijo, para traspasar un poco de microbioma; también se realizan trasplantes de microbioma con procedimientos no tan espeluznantes como se podría pensar. Además, no es lo mismo nacer de parto natural que de cesárea desde esta perspectiva: a través del parto normal la madre le traspasa microbioma al bebé”, aseguró.

El director del CINV, Premio Nacional de Ciencias y quien convoca a las Tertulias Porteñas, doctor Ramón Latorre, afirmó que “siempre me ha sorprendido lo que decían al final del encuentro los panelistas, que realmente somos esencialmente bacterias. Las bacterias están controlando nuestro comportamiento y de ahí el nombre de esta tertulia, ‘¿Somos lo que comemos?’: si comes sólo carbohidratos, vas a empezar a engordar, porque esas bacterias van a dar órdenes para que sigas comiendo carbohidratos. No es que te gusten los carbohidratos, sino a tus bacterias les gustan los carbohidratos”, concluyó el doctor Latorre.

Las Tertulias Porteñas convocaron a más de 200 personas. Al finalizar, los invitados recibieron de manos del doctor Ramón Latorre el libro “Refugio de científicos”, que relata la historia patrimonial del edificio Severín y el trabajo de los investigadores del Centro Interdisciplinario de Neurociencia.