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“La clave para terminar con la discriminación es conocer las historias de vida”

17 Enero 2018

Señala Penny Miles, doctora en Sociología, sobre la integración social de las personas LGBTI.

Avanzar en derechos y en asumir la propia identidad, ante sí mismos y ante la sociedad en su conjunto, han sido desafíos permanentes de las minorías, especialmente de la comunidad LGBTI en Chile, un país conservador que ha progresado lentamente en el conocimiento y la aceptación de lo diferente. La profesora Penny Miles, doctora en Sociología y académica de la Universidad de Bath (Reino Unido), abordó el tema en una visita a la Universidad de Valparaíso, en la que dictó la charla “Interaccionismo simbólico y la movilización legal de las personas LGBTI en Chile”.

El tema de la exposición de Penny Miles corresponde a la investigación de su tesis doctoral, y se refiere a cómo la comunidad LGBTI ha utilizado el sistema judicial para avanzar en sus derechos desde la década pasada en Chile.

2009: un año clave

Penny Miles explica que tras el activismo de los años ’90, “no se ha avanzado mucho en las primeras dos décadas del siglo, aunque para mí el año 2009 fue clave. Bachelet había intentado introducir el tema en agenda, con la Ley Antidiscriminación, pero durante su primer mandato hubo mucha oposición. Entonces el 2009 Ominami anuncia que va a apoyar la Unión Civil, después Frei anuncia lo mismo y Piñera pone una pareja homosexual en su franja electoral”.

Un poco antes de eso, añade, “está el trabajo de Andrés Rivera y sus fallos judiciales, que fueron muy importantes para la comunidad trans: logró un cambio de nombre sin tener que operarse y ganó un caso de discriminación. Y lamentablemente después vino el caso de Daniel Zamudio, en 2012, que es muy doloroso, pero la movilización social que provocó es importante. Y no puedo dejar de lado el caso de Karen Atala”.

Cabe recordar que en 2003 la jueza Karen Atala fue demandada ante los tribunales por su exmarido por la tuición de sus hijas menores de edad, ya que a su juicio las tres niñas no podrían estar al cuidado de su madre por su condición de lesbiana y estar viviendo con su pareja. Las sentencias de primera y segunda instancia favorecieron a Karen Atala, pero la Corte Suprema, en 2004, revocó los fallos anteriores. Ante ello, la jueza denunció al Estado chileno ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por atentados graves a los Derechos Humanos, entre otros, el derecho a la igualdad y la no discriminación. En 2010, la CIDH concluyó que Chile vulneró los derechos de Karen Atala al quitarle la tuición de sus hijas debido a su orientación sexual. La instancia hizo algunas recomendaciones al Estado chileno, entre las que se cuenta “adoptar legislación, políticas públicas, programas y directivas para prohibir y erradicar la discriminación con base en la orientación sexual en todas las esferas del ejercicio del poder público, incluyendo la administración de justicia”.

Al respecto, señala Penny Miles: “No sé qué tanta influencia ha tenido el caso de Karen dentro de las instituciones estatales, tal vez la respuesta es más simbólica que contundente, lamentablemente. Sin embargo, a nivel de la sociedad, fue muy importante. Estuve en un congreso en Londres con ella en junio pasado, y un chico chileno que estaba allá haciendo su magíster se refirió a Karen como ‘nuestra rockstar’; fue impresionante para mí, que la conocí tan marginada, aislada y estigmatizada, que alguien varios años después la llamara rockstar. El costo para ella fue altísimo, perder a las niñas durante tantos años”.

Historias de vida

Cómo las minorías pueden obtener derechos, cómo una sociedad se hace inclusiva, es un tema sobre el que reflexiona Penny Miles. A su juicio, es a través del conocimiento de las personas: “He estudiado instituciones políticas, he hecho trabajos sobre personas mayores e inclusión, y ahora estoy estudiando a las hinchas mujeres en el fútbol de Gales, la institución más masculina que hay. Y lo que une todo eso para mí son las historias de vida. Para lograr entender de dónde viene la otra persona, y cómo hacemos eso si tenemos miedo o si estigmatizamos. Hay que cambiar el enfoque, que viene desde la posición de poder masculino; es muy difícil que las historias que no se dan dentro de lo hegemónico se escuchen o tengan un espacio. Entonces es necesario un cambio legal para abrir esos espacios; las políticas públicas también sirven, pero depende de quién quiera financiarlas”.

Sin espacios de comunicación o de encuentro, los avances se han dado gracias al esfuerzo individual de personas como Karen Atala, que, como afirma la investigadora, tienen un costo personal muy alto. Esto es más grave en la comunidad trans. “Es impresionante las dificultades que enfrentan quienes están excluidos del mundo del trabajo, del mundo de la salud, de la educación. En el año 2000 no era tema, de modo que para las personas trans era necesario recurrir a los tribunales. Sin embargo, los costos que eso implicaba eran enormes: contratar un abogado, tener que cambiar el cuerpo según lo que el poder judicial requería —si la persona no había cambiado el cuerpo completamente, sometiéndose a todas las cirugías, no iba a obtener el cambio legal—. La exclusión fue muy extrema”.

La investigadora conoció muchos casos de esos años, algunos de ellos de parejas gay que vivían sin asumir su identidad. “Vivían juntos, se querían y nada más, pero al suceder la discriminación, al tener interacción con el Movilh, con organizaciones de litigio a las cuales recurrían, empezaron a interactuar con más actores, a empoderarse, a ganar tanto en derechos como en identidad. Se asumen como gay, lo hablan, cuando antes no era algo que se discutía. Pero llegar a los tribunales es un proceso largo. Pocas personas lo logran, se enfrentan a muchos y sucesivos rechazos. Rolando Jiménez (dirigente del Movilh) decía que la estrategia por la vía judicial no era lo ideal, pero como no se llegaba a ningún lado por el poder legislativo había que intentar por todos lados”.

Políticas y campañas

Consultada respecto de si el gobierno de derecha que asume en marzo influirá en los procesos de inclusión, señala Penny Miles: “La derecha ha funcionado en oposición durante los gobiernos de Bachelet, también durante Lagos, y la Unión Civil se logró en el gobierno de Sebastián Piñera. De todas formas, yo creo que algo se va a estancar, ya que él se ha pronunciado en contra de la Ley de Identidad de Género; eso sí da miedo, porque es una ley muy importante para personas que están muy excluidas, a veces de una manera muy violenta”.

Finalmente, afirma: “Una de las cosas que salió del fallo de Karen Atala es que había que enseñar a los funcionarios públicos en esta materia: en orientación sexual e identidad de género. Entonces lo que se requiere por parte del gobierno son políticas públicas y campañas públicas, para que se dé a conocer esta realidad a quienes no hayan tenido acceso, por ejemplo, a las personas trans, para que conozcan sus historias de vida, para que sepan que son gente común y corriente, como cualquiera”.