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Analizaron conflictos socioambientales y territoriales en seminario de Trabajo Social

29 Agosto 2017

Se reflexionó sobre la escasez del agua, el desgaste de los suelos y varios megaproyectos que amenazan el equilibrio ecológico.

Con el testimonio de representantes de varias comunidades organizadas -pertenecientes a diferentes localidades del país- acerca de sus experiencias liderando movimientos de defensa ecológica territorial, se desarrolló el seminario “Por la vida, la dignidad y el territorio: Horizontes para la ecología política en América Latina”, realizado en la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Valparaíso.

La actividad contempló también con la exposición del investigador de la Universidad Federal Fluminense de Brasil y doctor en Geografía Carlos Walter Porto Gonzçalvez y asistieron la secretaria de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales UV, Marta Bustos; la directora de la Escuela de Trabajo Social, doctora Elena Salum; el secretario académico de la unidad, Héctor Díaz; profesores, estudiantes, profesionales y representantes de organizaciones comunitarias.

El evento fue organizado por la profesora de la Escuela de Trabajo Social UV Paola Bolados García, en su calidad de investigadora responsable del proyecto Fondecyt “Neoliberalismo, naturaleza, neoextractivismo: conflictos socioambientales/territoriales y el surgimiento de identidades postneoliberales” y también por el

Doctorado en Estudios Interdisciplinarios sobre Pensamiento, Cultura y Sociedad.

Los panelistas invitados, que relataron sus experiencias personales liderando movimientos en defensa de conflictos socioambientales, fueron el vocero de la Asamblea Freirina, Yahir Rojas; el representante del Movimiento de Defensa de la Tierra, el Agua y el Medio Ambiente (Modatima), Alexander Panéz; el integrante del Comité Agua Pura y Transparente de Villa Alemana, José Vallejos, una de las voceras de la campaña Libres de Alta Tensión de Limache, Claudia Arcos.

La directora de la Escuela de Servicio Social, doctora Elena Salum, dio la bienvenida a los asistentes y señaló que esta es una línea de investigación “en la que el trabajo social tiene mucho que decir y aportar, bajo una mirada transdisciplinaria. Por eso aprecio la valiosa mirada de todos los panelistas, a quienes agradezco poder participar en esta actividad y los animo a repitir estas experiencias”.

La profesora Bolados explicó que los testimonios que se entregaron tienen como similaridad la organización comunitaria en torno a conflictos ambientales desatados y experiencias parecidas de lucha y de resistencia de los habitantes en los propios territorios.

Yahir Rojas, de la Asamblea Freirina, explicó que desde que se dio a conocer la bullada instalación de la planta Agrosúper faenadora de cerdos en esa localidad de Atacama, en 2012, esa entidad comunitaria ha estado permanentemente organizada y alerta a vigilar todo proyecto que pretenda instalarse en esa comuna del Valle del Huasco, con el fin de proteger su medio ambiente.

“No nos quedó otra que organizarnos, ya que el Estado nos ha llevado a ser zona de sacrificio y se ha encargado de desarticularnos como organización a toda costa”, señaló el dirigente, agregando que a cinco años de ese conflicto con la planta de cerdos, “ya somos una organización con poder, que incomodamos al Estado porque tenemos un proceso autónomo de gestión, que ellos no pueden controlar, a pesar de sus innumerables intentos por quebrar el tejido social de Freirina”, puntualizó.

“Es verdad que vivimos en pleno desierto, pero es nuestro territorio, es significativo para nosotros; es el lugar que elegimos para vivir”, dijo Yahir Rojas, agregando que han tenido que seguir en constante estado de movilización para proteger su territorio de amenazas de megainstalaciones mineras en el sector costero, de explotaciones mineras indiscriminadas y alertas a la escasez de agua, “utilizando toda la inteligencia colectiva de los vecinos para evitar que el Estado siga asesinando el Valle del Huasco”.

Por su parte, el dirigente de Modatima Alexander Panéz explicó que su tema tanto de investigación como estudiante de doctorado como de activismo social es la escasez de agua de la provincia de Petorca y el combate a la “maquinaria del agronegocio” existente en la zona.

Señaló que este problema fue denunciado incluso internacionalmente en la televisión de Dinamarca –ya que en Chile ha sido invisibilizado públicamente, en su opinión-, “donde relatamos que en Petorca hay derechamente robo de aguas, situación que nadie quiere que se sepa, siendo que es algo extremadamente grave. Venimos denunciando la sobreexplotación de los ríos Ligua y Petorca desde 2011 y ha sido un proceso muy difícil, ya que nos hemos tenido que enfrentar a múltiples amenazas y a la resistencia de familias empresariales y de políticos muy poderosas, como los Pérez-Yoma y los Solari”.

Graficó que el robo de aguas permite que actualmente, por ejemplo, “un palto de plantaciones de exportación tenga más consumo de agua que una familia de Petorca” y agregó que la lógica económica moderna “no entiende que el agua es fundamental para la vida, sino que además es vida. Los ríos, los lagos, están vivos y desde ese punto de vista, los pueblos originarios tienen mucha mayor claridad en la cosmovisión”.

Claudia Arcos, una de las voceras de la Campaña Libres de Alta Tensión, relató su experiencia como integrante de una comunidad organizada que desea defender su territorio de megaproyectos que aún no se han materializado, que es la transnacional israelita-peruana que desean instalar la carretera termoeléctrica más grande de Latinoamérica (Cardones Polpaico) en Limache, pero que amenazan con afectar una de las reservas de la biósfera de la región, en la localidad de Limache-Peñuelas.

Comentó que a raíz de estas intenciones empresariales se han realizado cinco marchas públicas, congregando la mayor a 5 mil personas, que ha sido la más grande de la historia de Limache.

Claudia Arcos dijo que las empresas, como contraparte, están utilizando estrategias de compra de la comuna, de los vecinos y de las autoridades, ya que han financiado operativos médicos que han puesto fin a largas listas de espera de pacientes que mantiene el deficiente hospital de la comuna y han organizado patrocinios y fiestas a clubes deportivos y vecinales, lo que a su juicio constituye “un trabajo silencioso para comprar voluntades”.

Pero, acotó, “los vecinos logramos tener un acuerdo y decidimos que Limache no se vende. Continuaremos defendiéndonos para reestablecer nuestro tejido social campesino y haremos valer nuestra opinión estudiando cada proyecto, informándonos y traduciendo este conocimiento a los vecinos. Somos una articulación sólida que ha traspasado a nuestros territorios aledaños, como Villa Alemana, Puchuncaví, Ventanas y Quillota”.

En tanto, José Vallejos, aseveró que “las aguas sanitarias en Chile están en un 99% en manos extranjeras. Es decir, hasta el agua de lluvia que cae en nuestro territorio no nos pertenece, es de privados; siendo que el agua es un producto natural, que nos pertenece a todos, es un patrimonio común”.

El dirigente explicó que “el caso más grave de familias sin agua está en el sector de La Victoria, en el límite de Concón Limache. Hay 2.500 personas sin agua, familias que viven de la agricultura a pequeña escala, de las flores, de las hierbas medicinales, de las hortalizas...”

Finalmente, el investigador de la Universidad de Fluminense de Brasil manifestó su adherencia a estas experiencias comunitarias de lucha por la defensa de los ecosistemas de sus territorios.

Señaló que el conocimiento no es exclusivo ni privilegio de las universidades y que eso quedó demostrado en este panel. “Todo el tiempo estas personas hablaron desde el cuerpo, desde el dolor, desde el sentir y desde el pensar. Ellos son intelectuales en movimiento y de los movimientos” y agregó que “vivimos en una sociedad egocéntrica que piensa que la ciencia tiene todo el conocimiento del mundo y quiere colonizar nuestras mentes. Nadie piensa fuera de la humanidad, somos seres sociales que no nos bastamos a nosotros mismos; necesitamos del oxígeno, del agua, etcétera”.

El profesor Carlos Walter Porto Gonçalvez dijo que “los expositores de hoy, expresan la riqueza del conocimiento local, tienen conocimiento del suelo, son la consigna del movimiento social: por la vida, la dignidad y el territorio, ése es el nuevo marco teórico político”.

Precisó que “la cultura no puede existir sin condiciones materiales como el territorio; eso es propio de un pueblo. Los indígenas no son un problema, son parte de la solución. Si se descalifica al otro, se le está inferiorizando y la modernidad no puede pretender dominar a la naturaleza. El paradigma científico egocéntrico no está de acuerdo a la naturaleza. En el agricultor, en la tierra, ahí está el verdadero conocimiento y los empresarios lo están amenazando”.