Skip to main content

Christel Vega invita a recordar la mortalidad y disfrutar la vida en exposición en El Farol

14 Julio 2017

Ganadora del Concurso Nacional de Arte Joven en 2012, la artista exhibe “Memento mori” hasta el sábado 19 de agosto.

“‘Memento mori’ en latín significa ‘recuerda que vas a morir’, ‘recuerda tu mortalidad’. La idea es igual un mensaje medio moralista de la fugacidad de la vida, y disfrutar la vida en sí. No porque sea un cráneo va a ser un mensaje negativo: se trata de disfrutar que estamos aquí. No sabemos si hay otra vida, pero el día a día que sea importante”. Así explica la artista Christel Vega el nombre de la exposición que exhibe en la sala El Farol, inaugurada este jueves 13 y abierta al público hasta el sábado 19 de agosto.

La muestra reúne once obras, en óleo sobre tela, casi todas ellas de gran formato. Definida como exponente del hiperrealismo, la artista prefiere denominar su trabajo como realismo emocional, ya que si bien sus pinturas representan elementos, personas y paisajes reales, corresponden a interpretaciones emocionales de aquellos y no son exactas. De todas formas, su detallado trabajo, que consigue definir la intensidad de la luz, los contrastes de las sombras, el brillo propio de cada elemento, consigue estremecer al espectador, atravesarlo con su potencia expresiva, demostrando la gran calidad de una artista que aún ni se acerca a los treinta años de edad.

Ganadora del Concurso Nacional de Arte Joven en 2012, Christel Vega cierra con “Memento mori” un ciclo de tres exposiciones organizadas en conjunto por la sala El Farol de la Universidad de Valparaíso y galería Bahía Utópica. La precedieron Roberto Acosta y Álvaro Miranda.

La muestra puede ser visitada por el público, con entrada liberada, de lunes a viernes, de 10:00 a 14:00 y de 15:00 a 18:00 horas, y los sábados de 11:00 a 14:00 horas.

La muerte

—Es raro que la gente joven aborde el tema de la muerte, ¿cómo llegas tú a hacerlo?

“Sí, por lo general la gente de mi edad, y a veces del doble y del triple de mi edad, no se preocupa de este tema porque en realidad o no lo han vivido o simplemente igual hay gente que es más superficial. Pero a mí siempre me ha interesado porque mi papá se murió cuando yo era más joven, entonces fue un tema que siempre estuvo presente y que marcó mi obra, porque al final los artistas necesitamos expresarnos y yo expresé de esta forma lo que sentía al respecto”.

—Nuestra sociedad encuentra del mal gusto el tema de la muerte. ¿Has recibido críticas en ese sentido?

“Estas obras, por ejemplo los cráneos, es primera vez que se exponen en una exposición, pero todavía no me han criticado negativamente. Pero sí, no es gusto de todo el mundo. Pero la pintura —o el arte— no tiene por qué ser del gusto de todas las personas. O sea, no tiene por qué importarme si les gusta o no les gusta: es algo que yo hago porque a mí me importa y a mí me gusta”.

—¿Fue relevante para ti ganar el Concurso de Arte Joven?

“O sea, cuando a mí me llamaron porque gané el premio, yo estaba a punto de buscarme una carrera para estudiar. Me llamaron y dije ‘es una señal’. Porque igual es difícil, aquí en Chile más todavía; siempre es complicado en todos lados, pero igual estar en un país tan al límite es complicado. Pero sí, es como que te da fuerza. El premio lo ocupé para comprarme materiales, comprarme herramientas y decir ‘voy a pintar un tiempo tranquila y desarrollar mi técnica’, y al final dio resultado”.

—¿Vives del arte, no necesitas hacer otra cosa?

“Es que yo nunca he estado haciendo otra cosa. Yo salí del colegio, intenté estudiar, no me gustó donde fui, entonces salí al poco tiempo y mi formación es autodidacta (enfatiza y ríe). Nunca me he visto haciendo otra cosa porque en realidad hacer otra cosa sería marchitarme. Nací para esto y esto tengo que hacer, contra viento y marea. (…) Sí, hay que vender, y hay que también a veces doblar un poquito la mano, pero al mismo tiempo igual he encontrado gente que le gusta mi obra por sí misma, entonces como que les llega y sienten el mensaje. Mi obra no es para todas las personas y no es para todo el público, y el arte siempre ha sido así. Y yo, al tocar un tema que es un poco más fuerte, como que a la vez el colador se va haciendo más chiquitito todavía. Pero a mí me interesa que mis pinturas las tenga una persona que de verdad las aprecie por el mensaje y por lo que es, no porque quiere decorar una pared. Entonces a veces no se vende mucho, pero igual hay que restringirse algunas cosas, tener una vida más austera, pero haciendo lo que yo quiero. Porque no saco nada con vender y vender y no hacer lo que yo quiero, o sentir que estoy perdiendo el tiempo. Yo soy feliz pintando y da lo mismo si no tengo, no sé, cosas materiales que todos los demás tienen. Pero esto es mi felicidad y es lo que me llena”.


[b]Intensa actividad[/b] Este jueves 13 fue de gran actividad en el Centro de Extensión UV. A la inauguración de “Memento mori” en El Farol, a las 19:30 horas, se sumaron dos eventos que convocaron importantes públicos. Es así como a las 18:00 se inició en la sala Musicámara un nuevo concierto del ciclo Toma Directa, que organiza Radio Valentín Letelier, y que en la ocasión consideró la presentación de Umbría en Kalafate. Y a las 19:00 horas, en la sala Rubén Darío, se presentó la obra teatral “A la sombra del Quijote”, a cargo de la compañía Los Cuatro, con Humberto Duvauchelle. Cabe recordar que este martes 11 el actor nacional recibió la Orden al Mérito Artístico y Cultural “Pablo Neruda” de manos de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, y el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, en reconocimiento a su destacada carrera. Duvauchelle se inició en el teatro a los 16 años; fue parte de los teatros Universitario de Concepción, Experimental de la Universidad de Chile y Nacional Chileno, y fundó junto a Orietta Escámez y sus hermanos Hugo y Héctor la Compañía de los Cuatro.