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Edward Rojas recibió el Premio Nacional de Arquitectura 2016

16 May 2017

Titulado de la Universidad de Chile-Sede Valparaíso en 1977, recibió distinción en la inauguración de la Bienal de Arquitectura 2017, en el GAM.

Edward Rojas Vega, titulado de la Universidad de Chile-Sede Valparaíso en 1977 (la actual UV), recibió el Premio Nacional de Arquitectura 2016 en el marco de la inauguración de la Bienal de Arquitectura 2017,en el Centro Cultural Gabriela Mistral del Centro de las Artes, la Cultura y las Personas, GAM, en Santiago.

El destacado arquitecto, radicado en Chiloé, donde desarrolló la tarea de poner en valor la identidad y la cultura de la isla, dictó este año la clase magistral de la inauguración del año académico 2017 en la Universidad de Valparaíso.

Durante la ceremonia de premiación, Edward Rojas señaló que el reconocimiento “premia a Chiloé y su arquitectura, a sus carpinteros y al conjunto de arquitectos que hoy seguimos adelante buscando hacer una arquitectura que sea propia de Chiloé y dar continuidad de lo que históricamente y tradicionalmente ha sido la arquitectura del archipiélago, para proyectarla hacia el futuro".

Rojas es responsable de obras como el Internado Campesino San Francisco, finalista del Premio Andrea Palladio en Vicenza, Italia; el Hotel Unicornio Azul, seleccionado por el Colegio de Arquitectos de Chile como una de las cinco obras relevantes de Chile para la FAPPA; el techo de la feria de Dalcahue, exhibida en la muestra de arte y cultura Chile Vive de Madrid, en 1987; y el Museo de Arte Moderno Chiloé, Premio Restauración Patrimonial de la Junta de Andalucía de la X Bienal de Arquitectura de Santiago.

Además, es reconocido por su trabajo orientado al rescate del patrimonio arquitectónico de Chiloé, así como por su ya clásica defensa de los palafitos a fines de los ‘70 frente a un decreto que buscaba erradicarlos, además de su obstinada labor de reconstrucción de las características iglesias de la isla a través de la actualización de las tecnologías del pasado.

Fundador del Taller de Arquitectura Puertazul y director del Museo de Arte Moderno (MAM) de Chiloé, agregó que “el Premio Nacional de Arquitectura es muy importante porque se premia un trabajo de cuarenta años en que se ha buscado poner en valor la arquitectura de Chiloé, así como su cultura y magnífico territorio”.

“A lo largo de estos años he tenido la fortuna de habitar este lugar con mi familia y he ido desarrollando proyectos en distintos ámbitos de la arquitectura, de la educación y de la gestión cultural. El premio no solo distingue una sola obra de arquitectura, sino una acción y una reflexión arquitectónica que traspasa lo arquitectónico y alcanza lo cultural”, explicó.

El arquitecto destacó que “la distinción pone de manifiesto que es posible realizar una obra en provincia y en regiones. Eso es una muy buena señal, porque Santiago no es Chile. En la medida que seamos capaces de leer el lugar y trabajar con las energías propias del sector y preocupados de lo que ahí sucede, más que de lo que está sucediendo en otros lados, es posible montar una obra que desde su dimensión local, desde su dimensión de arquitectura de lugar, pueda ser capaz de tener un valor universal. Conoce a tu pueblo y conocerás al mundo, decía el poeta”.