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En la UV se presenta este jueves libro que revisa “Los Cuadernos de la Cárcel” de Gramsci

18 Enero 2017

Obra del italiano Giuseppe Cospito será presentada por Juan Jorge Barbero, de la Universidad de La Plata, Argentina.

En el auditorio de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Valparaíso, en Serrano 546, será presentado este jueves 19, a las 17:00 horas, el libro “El ritmo del pensamiento de Gramsci. Una lectura diacrónica de los Cuadernos de la Cárcel”, del italiano Giuseppe Cospito. El texto será presentado por Juan Jorge Barbero, de la Universidad de La Plata, Argentina, quien ha desarrollado la tesis de que una nueva generación de investigadores —que ni se conocían entre sí— está aportando una interesante revisión del pensamiento gramsciano.

Además de Barbero, participarán en el lanzamiento Francisco Sazo, a cargo del Centro de Cultura Italiana del Instituto de Filosofía de la UV; Osvaldo Fernández, del Centro de Estudios del Pensamiento Iberoamericano de la misma unidad académica, y Hernán Cuevas, de la Universidad de Concepción.

Punto de contacto

Según señala Juan Jorge Barbero, presentar este libro, “más allá del valor en sí mismo que tiene el libro —que es muy grande—, es el punto de inicio, o el primer punto de contacto, con una generación de investigadores que viene produciendo desde hace 33 años, desde el año ‘84, cuando se produce, para mí, el primer libro, que es ‘L’officina gramsciana’, de Gianni Francioni, y Cospito, el autor, es discípulo directo de Francioni. Conocí a ambos personalmente, tuve la oportunidad de tener con ellos muchísimas charlas, lo que fue muy enriquecedor para mí”.

Añade que debido a lo anterior, el valor del libro es el siguiente: “No sé si vamos a llegar a conclusiones diferentes a las que se ha llegado hasta ahora, pero seguramente las conclusiones a las que lleguemos, aunque sean las mismas, van a ser más elaboradas, y vamos a tener un mucho mejor conocimiento de la obra de Gramsci. Porque, según otro de los integrantes de la nueva generación —muy valioso, de la Universidad de Turín—, Angelo d’Orsi, en los últimos cincuenta años, y particularmente en los últimos treinta, se ha producido, en términos de documentos sobre la vida y la obra de Gramsci, más que en todos los años anteriores”.

¿Por qué se ha producido tanto material? Explica Barbero: “Las razones son varias. Hay un elemento internacional que considerar, que es la apertura de los archivos de la Unión Soviética, que corresponden a cuando Gramsci estuvo allá viviendo y participó de los últimos congresos en los que Lenin estuvo vivo, tercer y cuarto congresos de la Internacional Comunista, y que es cuando arma uno de los puntos más fuertes de su teoría, que es la cuestión de la hegemonía, y además su estrategia política de frente único, que después el estalinismo abandonará y por lo que Gramsci quedará marginado, aun estando en la cárcel, del devenir de la tercera Internacional, en manos ya de Stalin. La apertura de los archivos permite ver la participación que el Partido Comunista italiano tenía en esa Internacional y los documentos internos que no se conocían”.

Otra razón: “Se ha avanzado por el compromiso de algunos familiares, por ejemplo los nietos de Gramsci, brindando cartas, materiales nuevos, que no se conocían, para tener un conocimiento mucho más aceitado del contacto que él tenía con su cuñada, Tatiana Schult. Si hay alguien que es responsable de que los Cuadernos hayan permanecido vivos, es su cuñada. Y después Piero Sraffa, que era su amigo, que después fue un economista de gran relieve. Ahí se tienen documentos que no se tenían”.

Otras razones, indica el académico: “La propia política del Instituto Gramsci; Giuseppe Vacca, el director por casi treinta años, hasta fines del año pasado, ha hecho un aporte fundamental. Además ocurre que el año ’91, con la caída del Muro y la implosión de la Unión Soviética, el Partido Comunista italiano se disuelve, y entonces hay una cuestión política que libera a los investigadores de cierto compromiso político partidario y pueden afrontar las cosas con mayor amplitud. Y la política de Bacca aquí es fundamental, porque empieza a contactarse con las universidades de una manera mucho más fluida, y descubre a Gianni Francioni, el actual director del nuevo proyecto editorial de los Cuadernos, a la vez que promueve un debate sobre cómo volver a editar a Gramsci, en términos más perfeccionados que lo que había hecho Valentino Cerratana, incluso para editar estos Cuadernos inéditos”.

En Chile

Respecto de la importancia de presentar este libro en Chile, afirma Juan Jorge Barbeo que se relaciona con dos elementos: el histórico político y el histórico intelectual. Explica: “El hecho de que Chile haya tenido el único movimiento obrero, entre los ’30 y los ’70, que haya conectado con cierto aspecto de la cultura marxista de una manera muy firme, casi de una manera europea, única situación en el plano internacional, que haya provocado un gobierno como el de Salvador Allende. Para mí estar en la ciudad natal de Salvador Allende presentando un libro es realmente un honor. Eso desde el punto de vista del siglo XX es muy importante”.

Además, añade el investigador, “se escribió acá en Chile la obra ‘Gramsci y el Estado. Hacia una teoría materialista de la filosofía’, de Christine Buci-Glucksmann, una investigadora francesa, en los años ’70. Es un libro que aún sigue dando muchísimo que hablar, una obra enormemente rica, todavía muy vigente, dedicada a ‘los chilenos en lucha’. Es decir, sería por un motivo de historia política y un motivo de historia intelectual. O sea, habría un híbrido intelectual y político entre Buci-Glucksmann y Salvador Allende, que daría un impulso a por qué presentar el libro en Chile”.

Agrega un elemento actual en relación a la política: “Chile creo que está en condiciones, por estas cuestiones históricas, de poder hacer una recomposición del campo socialista, y la obra de Gramsci sigue teniendo esa fuerza de actualidad, como para proponer permanentemente recomposiciones, salir de esquemas muy dogmáticos, ingresar en un campo de relaciones y de miradas científicas que puedan unir los distintos aspectos de la realidad. Porque si alguna característica tiene la obra de Gramsci, es que rompe el economicismo. Me parece que hay elementos culturales en Chile, precisamente dados por estas experiencias intelectuales y políticas que señalé, como para empezar a ver las cosas de manera más integral, integrando los elementos culturales, políticos y económicos”.