En su primer proceso de certificación, la Escuela obtuvo cinco años. Ahora potenciará postítulo, investigación, creación y extensión.
La Escuela de Teatro UV acaba de acreditarse por cinco años en su primer proceso de certificación, donde fueron destacados aspectos como la coherencia del proyecto y del plan de estudios, la malla curricular y la alineación de su plan de desarrollo con la Facultad de Arquitectura, a la cual pertenece, y con la Universidad.
La carrera de Teatro es la única a nivel nacional que ofrece cuatro menciones que potencian el campo laboral de sus titulados, entre las que se cuentan Didáctica Teatral, Dirección Teatral, Dramaturgia y Producción Teatral, a las que los estudiantes acceden mediante un sistema interno de selección.
El director de la Escuela y destacado dramaturgo, Cristián Figueroa, explicó que “la acreditación permite consolidar una etapa bien importante, somos una escuela joven y este es el primer hito. Más que la acreditación formal, lo importante es el reconocimiento de pares externos respecto de nuestro proyecto académico. No hay más de cinco escuelas de teatro acreditadas de educación superior, somos la segunda a nivel regional y en Santiago son tres, eso nos deja muy contentos”.
Proceso integrado
En cuanto al proceso de acreditación, Figueroa señaló que fue “bastante integrado, porque contamos con la participación de toda la comunidad de la Escuela, estudiantes, profesores y funcionarios. La Escuela comprendió el valor que tiene esta acreditación, se entendió la necesidad y utilidad de esta figura”.
Consultado por los argumentos que permitieron obtener una acreditación de cinco años, el dramaturgo añadió que “fundamental fue la coherencia del plan de estudio y la malla curricular. Muchas veces las escuelas artísticas, como en este caso Teatro, se perciben alejadas del centro de la Universidad, pero nosotros siempre estamos atentos al desarrollo de la institución. No podemos negar el apoyo que tuvimos de Dircal, de las unidades que nos apoyaron y de la Facultad de Arquitectura”.
“La Escuela de Teatro ya tiene una validación para sus propios estudiantes, quienes participaron y colaboraron con nosotros. Este año no hubo conflicto y nunca ha habido problemáticas internas. La escuela hizo una consulta triestamental, donde se ratificó mi cargo, y el ambiente siempre ha sido muy colaborador. Los alumnos están de acuerdo con las movilizaciones generales, pero por apoyo a nuestro proyecto no se sumaron a ninguna movilización en términos de paros o tomas, eso demuestra la confianza que tienen con la escuela. Además, los últimos años hemos tenido una alta demanda para postular a la carrera”, agrega.
Postgrado, investigación, extensión y creación
Según Figueroa, los desafíos futuros para la Escuela son “consolidar el área de investigación, que por ahora es incipiente, y el área extensión, que está bastante desarrollada, pero que hay que seguir potenciando. El desarrollo de la escuela apunta al postgrado, con áreas de investigación, extensión y creación, que es lo que hoy aportamos. Es un producto de la universidad que no es solo académico, sino también profesional”.
“Faltan muchas cosas, pero entiendo las circunstancias, la Universidad nos ha apoyado mucho, pero no podemos profundizar en los arreglos que quisiéramos en nuestro sitio. Tenemos un déficit de funcionarios para el equipo de extensión, que tienen una demanda de trabajo de lunes a sábado y se requieren mejores condiciones para ellos. Por otro lado estamos logrando un buen equipo de profesores, el cual está bastante consolidado”, indica.
Figueroa asegura que “la Universidad valora esta acreditación, es importante que nos vean, somos pequeños, pero damos mucho que hablar para bien, somos conocidos en Santiago y a nivel nacional y eso nos pone orgullosos”.
Relacionados
