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Internas del Centro Penitenciario de Valparaíso se certificaron en taller de DD.HH. dictado por la UV

19 Diciembre 2016

La Facultad de Derecho y Ciencias Sociales capacitó a quince internas del complejo penitenciario de Valparaíso.

Como “una herramienta que les servirá para el futuro, pues les permitirá tener más recursos para abrir su mente”, calificó el presidente del Senado, Ricardo Lagos Weber, el ciclo de talleres “Mujeres sin rejas”, que la Facultad de Derecho de la Universidad de Valparaíso impartió a quince internas de los módulos B y C del Centro Penitenciario Femenino de Valparaíso, a través del Núcleo de Estudios Penitenciarios, con el apoyo y colaboración de la Seremi de Justicia y Derechos Humanos y de Gendarmería de Chile.

Este curso se inició en agosto de 2016 y culminó después de 17 semanas de clases, por lo que se realizó una ceremonia de clausura de este exitoso programa, pionero en Chile, encabezada por el presidente del Senado; la seremi de Justicia y Derechos Humanos, Paz Anastasiadis; el director regional de Gendarmería, coronel Tito Barriga, y el decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Valparaíso, Alberto Balbontín. Asistieron, además, el representante en la región de Valparaíso del Instituto de Derechos Humanos, Carlos Carroza; el alcaide del Complejo Penitenciario de Valparaíso, Mario Concha, personal profesional, oficiales y administrativos del recinto penal, académicos, estudiantes, las quince internas que cursaron el taller y familiares de ellas.

El ciclo de talleres se inició el 5 de agosto y se prolongó hasta los primeros días de diciembre de 2016. En ese período, académicos y colaboradores de la UV, apoyados por estudiantes de cuarto y quinto año de Derecho, abordaron temas de derechos humanos y violencia de género, emprendimiento, salud, educación, familia, derechos laborales e intervenciones artísticas.

El presidente del Senado, Ricardo Lagos Weber, manifestó que “lo que más valoro es el aporte que hace la Facultad de Derecho de la UV, a través de su Escuela de Derecho, del decano y en especial de la profesora Marcela Aedo, de facilitar un mínimo civilizatorio que cualquier sociedad debe resguardar y que apunta a que junto con impartir justicia y exigir sanción para conducta reprobables, al mismo tiempo se deben generar condiciones para que aquellos que han cometido un error puedan tener una oportunidad, porque siguen siendo personas. Eso es lo que distingue a una sociedad humanamente más civilizada de otra que tiende a condenar, a prejuzgar y a condenar”.

Además, dijo el parlamentario, con este curso “la internas tendrán beneficios claros, como hacer una actividad distinta que les aporta algo en medio de la rutina de encierro y después podrían optar a algún beneficio carcelario por el hecho de cursarlo, como una libertad condicional o salida dominical. Pero lo que es tremendamente importante es que recibieron una herramienta para el futuro, que les permitirá abrir su mente y por eso felicito a las internas que se decidieron a llevar a cabo esta tarea, por su fuerza interior tan grande”.

”Es un trabajo que no se ha hecho en otro lugar del país”

En tanto, la seremi de Justicia y Derechos Humanos, Paz Anastasiadis, recordó que este curso “al que asistieron quince internas y algunas destacadas con honores, responde a un programa con enfoque de género. Pensamos en derechos humanos en mujeres privadas de libertad ideando un proyecto de vida, buscando la integralidad dentro del encierro, pues estamos en permanente búsqueda de iniciativas que contribuyan a potenciar y desarrollar situaciones de vida que no se les han dado en el exterior y que se pueden complementar a través de conocimiento y también de esfuerzo y voluntariedad personal”.

“Agradezco a la Facultad de Derecho de la Universidad de Valparaíso y esperamos continuar trabajando en este sentido, porque este proyecto involucró un cambio y una mirada distinta, en un trabajo que no se ha hecho en otro lugar del país”, puntualizó la seremi.

”Un privilegio y un orgullo”

Por su parte, el decano Alberto Balbontín señaló que “para nosotros es una satisfacción muy grande estar culminando este proyecto después de cuatro meses de trabajo, esfuerzo y compromiso de nuestros profesores y estudiantes. Para la Facultad, a través de su Escuela de Derecho, fue un privilegio y un orgullo tener esta oportunidad”.

Agregó que “fue una experiencia piloto muy exitosa y espero que podamos seguir replicándola ya sea acá o en otros recintos carcelarios, tanto para mujeres como para hombres”.

La autoridad académica dijo que este curso “fue una forma de traerles una palabra de aliento a las internas, para que vean las cosas de otra manera, que les releva su condición de personas, que merecen respeto y dignidad como seres humanos, lo que sin duda les ayudará posteriormente a desarrollarse en el medio libre”.

Alberto Balbontín recalcó que “para la Facultad de Derecho más que venir a ayudar a las internas y a colaborar con ellas, ha sido también una gran experiencia de vida para los estudiantes; se han enriquecido mucho pues se dieron cuenta y pudieron vivenciar una realidad que en general no conocemos”.

Finalmente, agradeció a las instituciones de la alianza que permitió materializar este proyecto “y en particular deseo agradecer a las internas que quisieron participar del curso y de esta experiencia”.

Un aporte en la reinserción

El director regional de Gendarmería, Tito Barriga, también intervino en la ceremonia y recordó que “este proyecto se inauguró en agosto, pero empezamos mucho antes a planificar. Hicimos una encuesta en que participó más del 50% de la población penal femenina sobre los temas que querían conocer más y los tres primeros lugares fueron familia, educación y derechos humanos de las mujeres”.

Manifestó que las “quince internas que terminaron esta actividad cuentan ahora con conocimientos que le ayudarán en lo que será su vida posterior al cumplimiento de la condena. Siempre tratamos de ayudar a su reinserción social y también estamos preocupados por contribuir a minimizar la reincidencia delictual y estos talleres aportaron en ese sentido, como también a su desarrollo personal. Por eso las insto a continuar en esta senda”, les señaló a las internas.

En representación de los colaboradores y estudiantes que impartieron clases a las mujeres privadas de libertad, la egresada de Derecho Nataly Figueroa reflexionó en que “dentro de la Escuela de Derecho mucho podemos leer y conocer estadísticas, pero ahora pudimos adentrarnos a la realidad y conocer lo que ocurre acá dentro de la cárcel. Nos dimos cuenta que las personas que se encuentran en este recinto pertenecen a un sector específico de la población, que carece de recursos y sufre la pobreza. Les faltan muchas herramientas y esperamos que este proyecto sea el inicio de muchas iniciativas más que permitan revertir esa situación”.

El alumno de quinto año Nicolás Mayol manifestó que “el equipo del taller fue notable y ésta ha sido una de las experiencias más nobles y hermosas de mi vida, inigualable en mi etapa de universitario”. Llamó a las internas a que “no pierdan nunca las esperanzas ni ganas de vivir, pues existen personas que creen y se preocupan por ustedes”.