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Niños mapuches conocen el mar y aprenden sobre recursos marinos

28 Noviembre 2014

Invitados por la carrera de Biología Marina, escolares de Lonquimay disfrutaron por primera vez en el mar participando de una clase práctica de biodiversidad.

Corrieron sobre la arena, subieron a las rocas y recolectaron conchitas para llevarse un recuerdo de su visita a la Facultad de Ciencias del Mar y de Recursos Naturales de la Universidad de Valparaíso, donde no solo aprendieron sobre la rica biodiversidad marina del sector de Montemar, tras una clase práctica en la bahía, para algunos fue su primera vez que tenían contacto con el mar.

Esta experiencia la vivieron cerca de 30 niños mapuches que estudian en la escuela Lafken de Icalma, ubicada en la frontera de Chile y Argentina, en las altas cumbres cordilleranas de la zona de Lonquimay (IX Región), en medio de los milenarios bosques de Araucarias, rodeados de ríos y lagos y donde se puede observar de cerca el vuelo de los cóndores.

El director de la carrera de biología Marina UV, profesor Pablo Muñoz, destacó que es la primera vez que visitan la facultad escolares de una zona tan alejada como Icalma, “es una experiencia muy novedosa para nosotros, como carrera de Biología Marina y Facultad de Ciencias del Mar y de Recursos Naturales, recibir a esta delegación del colegio Lafken. Además, es muy gratificante saber que muchos de los estudiantes no conocían el mar y lo pudieron hacer aquí”.

Una de las alumnas que a sus 13 años no había tenido contacto con el mar es Tabata Cañumir Cheuquellan, quien expresó su interés por la fauna y flora marina del lugar: “Me gustó mucho el mar porque tiene animales, tiene de todo. Conocí animalitos que nunca había visto. Lo he pasado muy bien y conocí varias cosas que no sabía”.

A la estudiante Olga Muñoz Antilao también le pareció “muy entretenida” la visita y reconoció que le sorprendieron mucho los lobos marinos, a los que pudo observar mientras descansaban en la gran roca de Montemar: “Yo pensaba que en el mar solo había gaviotas, pero nos dijeron que también hay pelícanos y otras aves. Es lindo conocer más especies”.

Juan Schwartzer, profesor de la Escuela Lafken, señaló que este tipo de actividades son muy beneficiosas para los alumnos, dado que la posibilidad de ingresar a una universidad les abre las expectativas y permite que se den cuenta que son capaces de hacerlo. “Así pueden conocer otras experiencias, salir de su entorno y conocer un mundo distinto. Les abrimos las posibilidades para motivarlos en la vida que les viene, porque ahora ellos van a ingresar a la enseñanza media y ahí van a tener que tener más opciones para su futuro”.

Los escolares son niños mapuches-pehuenches que estudian en el establecimiento ubicado a 75 kilómetros de Lonquimay. La Escuela pública Lafken cuenta con una matrícula de 150 alumnos de escasos recursos, de los cuales el 50 por ciento está con el régimen de interno, dadas las difíciles condiciones climáticas y de acceso al lugar.