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“La lógica no es un parámetro universal, sino un instrumento”

30 Julio 2014

Explica el doctor Shahid Rahman, invitado por el Instituto de Filosofía, que hoy dicta conferencia en Auditorio de la Facultad de Humanidades.

La conferencia “¿Se opone la lógica al razonamiento cotidiano? Observaciones a Perelman y Toulmin” dictará hoy miércoles, a las 12:00 horas, el doctor Shahid Rahman, profesor de Lógica de la Université de Lille 3, Francia. La actividad, organizada por el Instituto y el Magíster en Filosofía, se realizará en el Auditorio de la Facultad de Humanidades.

El doctor Rahman, calificado en la referida casa de estudios como de “clase excepcional”, es especialista en el uso de argumentos. Según explica el profesor Juan Redmond, del Instituto de Filosofía UV, “el compromiso de la lógica es la formación de argumentos correctos y que se pueden usar en todos los niveles de la vida, tanto académica como social. Este es uno de los objetivos de la línea de lógica y filosofía de las ciencias que el Instituto de Filosofía de la UV lleva adelante. En el marco de este compromiso se desarrolla la visita del profesor Rahman, financiada por el Programa de Profesores Invitados del PMI”. Shahid Rahman colaborará con seminarios y será parte del Torneo de Debate Filosófico para colegios secundarios de la región, organizado por los profesores Andrés Bobenrieth y Juan Redmond.

Respecto de qué significa argumentar con lógica, el doctor Rahman explica: “Cuando nace la teoría de la argumentación, en Grecia, en el espacio público, en el espacio político, había argumentación, respecto a cuestiones públicas principalmente. Pero luego hubo un momento en que comenzaron a tratar de estudiar aquellos argumentos en que la verdad de las premisas se llevara la verdad de la conclusión. No todo argumento es lógica: son aquellos argumentos que de la verdad de las premisas nos obligan, por así decirlo, a la conclusión. Porque hay argumentos que son totalmente empíricos; por ejemplo, si dijera ¿por qué llueve?, abro la ventana y veo llover. Pero hay argumentos que son lógicos, y esos argumentos se dividen en premisas y conclusiones, a partir de Aristóteles”.

Añade que “en el siglo 20, la lógica se matematiza y se convierte en un cálculo. Eso desgraciadamente la alejó del razonamiento cotidiano y de su objetivo primero, de sutilidad en el razonamiento cotidiano, en el razonamiento político. Y más o menos en los años 60 empieza a decirse que la argumentación de la vida cotidiana y la lógica son dos cosas distintas. La lógica es una cuestión de la matemática, y la argumentación tiene que ver con retórica: se separan retórica y lógica. Ahora, todo mi trabajo está orientado a retomar las raíces viejas de la lógica, como método de argumentación y con un abordaje pragmático, y aprovechando los progresos que dio la matemática. Qué es lo más importante del argumento: que es una interacción entre seres humanos, y cuando la lógica se convierte en cálculo se pierde esa interacción”.

Respecto a la relación de la argumentación con la verdad, explica el doctor Rahman que “hay dos tipos de abordaje: unos son los realistas y otros -donde yo me incluyo- los antirrealistas. Los realistas creen que la lógica está ligada necesariamente a la verdad. Los antirrealistas no pensamos eso, sino que es más bien la cadena de razonamientos, el contexto: si en un contexto determinado se considera esto, entonces aquello. No hay ninguna presuposición de verdad ni de verdades universales en ese sentido. Hay ciertas verdades universales, pero son lamentablemente triviales, no dan información, lo que es un poco triste. Eso también es un poco parte del desarrollo que yo hago: no considero que hay una lógica, sino que voy adaptando las lógicas a las necesidades, al contexto argumentativo que necesito. Por ejemplo, veo que en un contexto determinado hay ciertas formas de argumentar y de relacionar, entonces trato de modelizar, como un instrumento para ayudar. El primer libro sobre lógica se llamaba ‘Órgano’, que quiere decir instrumento. Lo que hago yo es siempre mirar en ciertos contextos”.

Consultado respecto de su impresión respecto de cómo está formada actualmente la gente joven en términos de lógica, el profesor afirma que “de acuerdo a mi experiencia, principalmente en Alemania y Francia, lo que pasa es que los estudiantes presentan falta de elaboración de la información. Una cosa es recibir información, y otra cosa es elaborarla. Y la argumentación es una forma de elaborar la información. Entender un texto no es solamente leer letras, contar lo que dice, sino también tener una actitud crítica frente a lo que se lee, eso es fundamental. Y eran un poco los ideales del ciudadano republicano en Francia, un ciudadano que fuera capaz de sentir con respecto a la información que recibe. Esto es importante, porque hasta el siglo 19 se enseñó mucho y de repente se sacó esa enseñanza. Justamente, está unido a esa idea de propagar una didáctica en la que haya una posición crítica”.

En ese sentido, añade que “lo que es importante es que la lógica no es un parámetro universal, sino que es un instrumento. No es tan distinto del inicio de la argumentación, que fue en el medio público, cuando había que decidir por ejemplo sobre la invasión de los persas, y había que argumentar para tomar una decisión, y entonces había que tener una actitud crítica respecto a lo que pasaba. Hoy día creo que sería fundamental, por lo que me parece muy buena idea el Torneo de Argumentación que organiza esta universidad, para reinsertar a los estudiantes e informar. Una vez dijo Einstein que información no es conocimiento”.

Finalmente, comenta que “hay algo paradójico que está pasando ahora: tenemos más información que nunca, pero por alguna extraña razón hay mucho menos actitud crítica. Yo lo noto en los estudiantes. Yo les digo: ‘cuando tenía la edad de ustedes yo protestaba, me enojaba, pero ustedes aceptan todo’. Es una actitud que está en todas partes”.