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Enseñan a enfermeras de la UV a detectar cuadros de desapego entre madres e hijos

15 Septiembre 2009

Expertos señalan que el cariño y cuidado que reciba el niño durante el embarazo, aseguran su calidad de vida.

El apego de la madre con su hijo, desde los primeros meses de gestación, es fundamental para que el niño se desarrolle sanamente. Los estudios indican que la falta de cariño, la poca comunicación con el bebé mientras está en el vientre y la forma de tomar a un recién nacido, sin el cuidado y delicadeza que corresponde, pueden traer como consecuencia que ese niño llegue a ser una persona violenta, debido a la falta de seguridad. Conductas erróneas en este sentido pueden medirse de acuerdo a patrones y modelos de apego.

La observación de la calidad de apego entre madres e hijos es materia de estudio e interpretación para las profesionales de la atención primaria. Esta situación también es válida para las futuras enfermeras que se encuentran desarrollando su internado. La capacitación de los profesionales de la salud en cuanto a modelos de apego, indispensables para el desarrollo integral de los niños, forma parte de las iniciativas del Ministerio de Salud en su programa Chile Crece Contigo.

En este contexto, se desarrolló el taller “Validación en la aplicación del apego de las madres con sus hijos”, impartido por el Ministerio de Salud a las enfermeras que se encuentran desarrollando su internado y profesoras de la carrera de Enfermería de la UV. “La vinculación de apego entre la madre y su hijo comienza a darse a los cuatro meses, y la forma de relacionarse parte alrededor del año y medio; es por eso que estamos capacitando a las profesionales que están haciendo su internado, para que se den cuenta de la importancia del apego del niño con su madre”, explica Derma Frinco, enfermera del Departamento de Ciclo Vital del Ministerio de Salud.

La evaluación del vínculo se relaciona mucho con el futuro del niño. Derma Frinco señaló que “cuando se presentan situaciones de estrés en el padre o la madre, pero se percatan de que el niño necesita de apego o atención, eso indica que el niño va a recibir seguridad, lo que puede ser muy importante para el futuro, porque el niño puede explorar y sentirse seguro de cómo se presenta el mundo, apego que está considerado como un espacio vital para el crecimiento del niño”. En este sentido, añadió, mientras mayor sea el vínculo entre los padres y sus hijos, éstos no serán agresivos y presentarán una vida más sana.

Existen distintos tipos de apegos que vinculan a la madre con su hijo, como son la ambivalencia, la evitación o el seguro. Éstos permiten a la enfermera intervenir para fortalecer la sensibilidad materna en la o las áreas en que sea necesario de acuerdo a estas escalas.

Para Lucy Armstrong, docente de la carrera de Enfermería de la UV, muchas veces los actos de las madres se presentan de acuerdo a los modelos de crianza que traen consigo, por lo que es necesario no hacer prejuicios a sus conductas, sino más bien identificar señales que permitan calmar, proteger y contener el cariño que deben entregar a sus hijos.